CUÁNDO EMPEZARÁ LA GUERRA DE ARMAGEDÓN
s/TJ:
Aunque la
arqueología, la astronomía, la historia
y otros campos de la ciencia respaldan
la Biblia, la fe en esta
no se basa en
dicha confirmación.
Entre las muchas pruebas de que la Biblia es la dádiva inspirada por Dios a la humanidad, la mayor prueba que se puede presentar es el cumplimiento de sus profecías... El apóstol Pedro escribió: "Ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada alguna. Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo" (2Pe 1;20-21). Así que examinemos la profecía bíblica. ("La Atalaya" de 15.5.92, pág 6)
Entre las muchas pruebas de que la Biblia es la dádiva inspirada por Dios a la humanidad, la mayor prueba que se puede presentar es el cumplimiento de sus profecías... El apóstol Pedro escribió: "Ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada alguna. Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo" (2Pe 1;20-21). Así que examinemos la profecía bíblica. ("La Atalaya" de 15.5.92, pág 6)
Pero la mayor prueba
de que la Biblia realmente
viene de Dios es su registro perfecto de predecir el
futuro. Ningún libro hecho por hombres puede
informar con exactitud la historia antes
de que ésta suceda; pero la Biblia hace
eso. Esta llena de profecías exactas, sí, de historia verdaderamente escrita de
antemano.
Algunas de las más notables de éstas tienen que ver con la venida del Hijo de
Dios a la Tierra.
Las escrituras Hebreas predijeron
con exactitud, con centenares
de años de anticipación, que este Salvador prometido nacería
en Belén, que nacería
de una virgen, que
sería traicionado por 30 piezas de plata, que sería contado con los
pecadores, que ningún hueso de
su cuerpo sería quebrantado,
que se echarían suertes por sus
prendas de vestir, y muchísimos otros detalles. (Mi 5;2) (Mt 2;3-9) (Is
7;14) (Mt 1;22-23) (Zc 11; 12-13) (Mt 27;3-5) (Is 53;12) (Lc 22:37) (Lc
22;52) (Lc 23;32-33) (Sl 34;20) (Jn 19;36) (Sl 22;18) (Mt 27;35). ("Usted puede vivir... " pág 56)
La Biblia
también predice que este
viejo sistema de cosas
pronto terminará y un nuevo sistema de
cosas justo lo reemplazará (Mt 24;3-14) (2Pe 3;7-13). Por todo lo que hemos visto, no tenemos razón
alguna para dudar nada de lo que Dios
promete en la Biblia ¡Podemos confiar en su Palabra! (Ti 1;2) ("Usted
puede vivir..." pág 56)
Análisis:
Ante todo
hemos de decir que "profecía"
corresponde propiamente a las declaraciones
de los profetas en estado extático (Is 10;5) (1Re 22;10), pero en el
uso corriente e inexacto de la palabra significa cualquier anuncio profético; en todo caso lo principal en cualquier profecía no es
la predicción del futuro sino
la interpretación del presente.
Y, por otra parte, debemos tener
en cuenta:
a) Hay
profecías que se plantean y se cumplen
antes de haber sido escritas. Por
ejemplo: casi todas las del NT
b) Hay profecías que pueden probar la mesianidad de Jesucristo, pero no la divinidad del libro que
la contiene, porque en este libro no
la insertó Jesucristo, sino, por
ejemplo, un discípulo suyo. Por ejemplo: Cristo profetizó la destrucción
de Jerusalén. El hecho de que (Mt
24;1-3) (Mc 13;1-4) y (Lc 21;5-7)
la den a conocer, no quiere decir que los
tres libros vienen de Dios, simplemente relacionan lo
que sus autores
oyeron decir a
Jesucristo o lo que alguien les
explicó que había
dicho Jesucristo.
c)
Hay libros de la Biblia,
por ejemplo: S.Pablo a Filemón, a Tito, carta de Santiago, etc.
en los que no se encuentra la menor
profecía.
d) Existen, por
otra parte, libros, cartas y
escritos que no forman parte
de la Biblia
que también contienen
profecías cumplidas, y no por
esto aseguramos que dichos libros vienen de Dios. Por ejemplo, los escritos
de Sta, Brígida o la carta en la que
esta santa en 1367 dC avisa a Urbano V de que si
regresa a Avignon morirá y habiéndolo hecho murió al cabo de unas
semanas.
s/TJ:
Las promesas
y profecías de Dios
son para nuestro estímulo.
Por ejemplo, mucho antes de que los hebreos estuvieran esclavizados en Egipto,
Dios le dijo a
Abrán: "Puedes saber con
seguridad que tu descendencia
llegará a ser residente forastera en tierra ajena, y tendrá que servirles, y
éstos ciertamente la afligirán por cuatrocientos años" (Gn 15;13).
El principio de esa
aflicción fue cuando Ismael, hijo de
la egipcia Agar, se burló de
Isaac en el año 1913 aC. El
restar 400 años de 1913 nos trae a
1513 años aC, el
año exacto cuando
Dios libró a los israelitas del cautiverio egipcio.
El conocimiento de esta profecía a Abrán pudo haber servido de
fuente de gran estímulo a aquellos judíos esclavizados y afligidos,
porque también hablaba
de liberación (Gn 50;24-25) ("La Atalaya" de 15.9.67, pág 548)
Análisis:
Primero hemos
de decir que hoy día la mayor parte de los egiptólogos y exégetas sostienen
como fecha del éxodo la del S. XIII
(dinastía XIX) bajo Merneptah. Véase amplio estudio en (Sagradas Escrituras BAC
I, pág 453-456)
Por lo que
se refiere a la
duración de la
estancia de los israelitas en
Egipto, parece que en tiempos de
los Hechos de los apóstoles circulaban
entre los rabinos dos
corrientes, la de cuatrocientos
años y la de cuatrocientos treinta años; de hecho Filón, al igual que Esteban en su discurso (Hech 7;1 y ss), pone la cifra de cuatrocientos años. (Gn 15;13).
En cambio, en (Ex 12;40) se habla de
cuatrocientos treinta años, el
libro de los Jubileos de 430, S.Pablo en su carta a los Gálatas habla de 430 años (Gl 3;17), y Josefo unas
veces habla de cuatrocientos y otras de cuatrocientos treinta. Esta cifra de
430 años es la que da el texto masorético (y la Vulgata) en (Ex 12;40), pero refiriéndose
sólo a la permanencia de los hebreos
en Egipto, sin incluir el tiempo
anterior hasta Abraham. Sin embargo, la
versión griega de los LXX y el texto hebreo samaritano incluyen también en esta cifra la permanencia de los patriarcas en Canán. A este cómputo es al que se acomoda S.
Pablo. Este cómputo de 430 años, por
otra parte, otorga 215 años (exactamente la mitad) para los patriarcas en Canán
y otros 215 para los israelitas en
Egipto. En efecto, según los datos
bíblicos, Abraham tenía 75 años al entrar en Canán (es, podríamos decir el
momento cero del cálculo). A los cien años engendró a Isaac -25 años-
; éste a los 60, engendró a Jacob -60
años-, y éste a los 130, desciende a Egipto -130 años- ; lo que nos da un total de 215 años (25 + 60 + 130).
Luego, s/ la Biblia, tenemos tres
cifras para la estancia de los
israelitas en Egipto: 400, 430 y
215 años. Todo esto prueba el
carácter fluctuante y aun
artificial de estos números y
cifras en las antiguas tradiciones bíblicas.
¿De
dónde sacarán los TJ la fecha de 1913 aC y por qué aplicarán con tal tranquilidad la cifra de 400 años, cuando esta claro que es una período inexacto?
s/TJ:
Otro ejemplo en que
el conocimiento de una profecía registrada sirvió de estímulo se puede hallar
en la profecía de Jeremías. Jehová hizo
que su profeta Jeremías escribiera que los judíos serían mantenidos cautivos en
Babilonia mientras su tierra estuviera desolada durante setenta años (Jr 29;10)
El profeta Daniel, mientras estaba en Babilonia cobró ánimo de estas palabras
proféticas y esperó la liberación de su pueblo y su regreso a
Jerusalén, lo cual tuvo lugar en 537 años aC, exactamente setenta
años después que Judá, había sido dejada desierta cuando los últimos judíos huyeron a Egipto no mucho después de la desolación de Jerusalen. ("La
Atalaya" de 15.9.67, pág 548)
Análisis:
Si Daniel
esperaba los setenta años, hubo de tener una gran alegría cuando se percató de
que su estancia en Babilonia se había reducido
en veinte años. Este
tema lo analizamos en el apartado "LA BIBLIA CONTIENE HISTORIA
VERDADERA".
s/TJ:
Otro ejemplo: Al
principio del primer siglo de nuestra era común fieles judíos esperaban al
Mesías a causa de las profecías
registradas. Al profeta Daniel se le dijo que "desde que salga la
orden para restaurar y reedificar a Jerusalén, hasta el Mesías, el
Príncipe, habrá siete semanas y
sesenta y dos semanas". En otras
palabras, pasarían sesenta y nueve semanas de años o 483 años (porque
éstas son semanas simbólicas) Fue en 455
aC. que el rey Artajerjes decretó que la ciudad de Jerusalén y su muro fueran reedificados. Contando desde 455 aC., los
483 años terminarían en 29 dC. En 29 dC. Jesús de Nazaret fue ungido con
espíritu santo, en cuyo tiempo llegó
a ser Jesucristo o Jesús el
Mesías, el ungido. Esto fue exactamente como predijo el
profeta Daniel siglos antes. (Dn
9;25) (Ez 4;6) (Neh 2;1-8) (Num 14;34) ("La
Atalaya" de 15.9.67, pág 548)
Análisis:
(Neh 2;1):
"En el mes de Nisán del año 20 del
rey Artajerjes...". Pero Artajerjes
(persa) reinó del 464 al 424, por
lo que el año 20, fue el 444, no el
455. Empezamos mal...
(Lc
3;23). Jesús al bautizarse tendría
"unos" treinta años. Así,
pues, el año 29 para el bautismo se
ajustaría bastante...si Jesús hubiese nacido realmente en el año 0.
Pero Dionisio el Exiguo no sólo cometió el error de empezar la era
dándole el número de año 1 al primer
momento de la misma (no existía el cero como número) -error que a
pesar de
conocerse no se
corrigió en 1582 al establecer
el año gregoriano-
sino que históricamente se cometieron otros errores.
Así, por
ejemplo, Herodes murió
el año 4 aC.,
por lo que forzosamente hemos de adelantar la fecha del nacimiento de Jesús de 4 a 7 años. Jesucristo, pues, tenía 30, años en el año 23
ó 24 de nuestra era, lo que
ya se distancia bastante del 29
dC. Y terminamos peor...
Pero aún
hay más y definitivo. La profecía no habla de sesenta y nueve años, habla de
setenta (Dn 9;24) repartidos en tres
etapas: Una primera de siete semanas (Dn
9;25), otra de sesenta y dos semanas (Dn 9;25) y
una final de una semana (Dn 9;27). En el estudio sobre las Profecías podemos analizar
su posible significado. Pero aquí
lo que nos interesa es que los TJ basan sus
cálculos en una profecía que:
1º) dicen
que habla de 69 años, cuando en
realidad habla de 70 años;
2º) Inician
sus cálculos en un año que
históricamente no es cierto; y, 3º) concluyen los cálculos en un año que
tampoco puede considerarse correcto.
s/TJ:
El domingo por
la tarde, el 10 de
setiembre (1922), el presidente Rutherford pronunció
su discurso público (...). En
la conclusión presentó una resolución intitulada 'un desafío
a los gobernantes del mundo'
(...). Esta notificó a las naciones que los 'tiempos señalados de las naciones' habían terminado en
1914; que el Reino de Dios por Cristo se había establecido en ese
entonces en el cielo; que la Sociedad de la Naciones era un fraude (...); que el reino del Mesías de Jehová era el sanalotodo para los
males de la humanidad; (...) ("Hágase tu voluntad en la tierra", pág
357-358)
El reino mesiánico
de Dios fue establecido en los cielos al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914
dC ("Entonces queda terminado el misterio de Dios", pág 69)