viernes, 18 de abril de 2014

CUÁNDO EMPEZARÁ LA GUERRA DE ARMAGEDÓN

CUÁNDO EMPEZARÁ LA GUERRA DE ARMAGEDÓN
s/TJ:

Aunque la arqueología,  la astronomía, la historia y otros  campos de la ciencia  respaldan  la  Biblia, la  fe  en  esta  no  se basa  en  dicha confirmación. 

Entre  las muchas pruebas de  que la Biblia es  la dádiva inspirada  por  Dios a  la  humanidad,  la  mayor  prueba que  se  puede presentar  es el  cumplimiento de sus  profecías...  El apóstol  Pedro escribió: "Ninguna  profecía de la Escritura  proviene de interpretación privada alguna.  Porque  la profecía no fue traída en  ningún tiempo por la voluntad  del hombre, sino que  hombres hablaron de parte  de Dios al ser llevados por  espíritu santo" (2Pe 1;20-21).  Así  que examinemos la profecía bíblica. ("La Atalaya" de 15.5.92, pág 6)

Pero la  mayor prueba  de que la  Biblia realmente viene  de Dios  es su registro perfecto de predecir el futuro.  Ningún libro hecho por hombres puede informar con exactitud la historia  antes de que ésta suceda; pero la Biblia  hace eso.  Esta llena  de profecías exactas, sí,  de historia verdaderamente escrita de antemano.

Algunas de las  más notables de éstas  tienen que ver con  la venida del Hijo  de  Dios a  la  Tierra.   Las  escrituras Hebreas  predijeron  con exactitud, con  centenares de  años de  anticipación, que  este Salvador prometido  nacería  en Belén,  que  nacería  de  una virgen,  que  sería traicionado por 30 piezas de plata, que sería contado con los pecadores, que  ningún hueso  de  su  cuerpo sería  quebrantado,  que se  echarían suertes por sus prendas de vestir, y muchísimos otros detalles. (Mi 5;2)  (Mt 2;3-9) (Is 7;14)  (Mt 1;22-23) (Zc 11;  12-13) (Mt 27;3-5) (Is 53;12) (Lc 22:37) (Lc 22;52) (Lc 23;32-33) (Sl 34;20) (Jn 19;36) (Sl 22;18) (Mt 27;35). ("Usted puede vivir... " pág 56)

La  Biblia  también predice  que  este  viejo  sistema de  cosas  pronto terminará y un nuevo sistema de  cosas justo lo reemplazará (Mt 24;3-14) (2Pe 3;7-13).  Por todo lo que hemos visto, no tenemos razón alguna para dudar nada de  lo que Dios promete  en la Biblia ¡Podemos  confiar en su Palabra!  (Ti 1;2) ("Usted puede vivir..."  pág 56)

Análisis:

Ante todo hemos de decir  que "profecía" corresponde propiamente a las declaraciones  de los  profetas en  estado extático  (Is 10;5) (1Re 22;10),  pero en el  uso corriente  e inexacto de  la palabra significa cualquier  anuncio profético; en todo  caso lo principal en  cualquier profecía  no es  la  predicción del  futuro sino  la interpretación del presente.  Y, por  otra parte, debemos tener en cuenta:

a) Hay profecías que se plantean  y se cumplen antes de haber sido escritas.  Por ejemplo: casi todas las del NT

b) Hay  profecías que pueden  probar la mesianidad  de Jesucristo, pero no  la divinidad del  libro que  la contiene, porque  en este libro no  la insertó Jesucristo,  sino, por ejemplo,  un discípulo suyo. Por ejemplo: Cristo  profetizó la destrucción de Jerusalén. El hecho de que (Mt  24;1-3) (Mc 13;1-4) y  (Lc 21;5-7) la  den a conocer, no quiere  decir que  los  tres libros  vienen de  Dios, simplemente  relacionan  lo  que  sus  autores   oyeron  decir  a       Jesucristo  o  lo  que  alguien  les  explicó  que  había  dicho Jesucristo.

c) Hay  libros de  la Biblia,  por ejemplo:  S.Pablo a  Filemón, a Tito, carta de Santiago, etc. en  los que no se encuentra la menor profecía.

d)  Existen, por  otra parte,  libros,  cartas y  escritos que  no forman  parte  de  la   Biblia  que  también  contienen  profecías cumplidas, y  no por esto aseguramos que dichos libros vienen de Dios. Por ejemplo, los escritos de  Sta, Brígida o la carta en la que esta  santa en 1367 dC  avisa a Urbano  V de que si  regresa a Avignon morirá y habiéndolo hecho murió al cabo de unas semanas.

s/TJ:

Las  promesas  y profecías  de  Dios  son  para nuestro  estímulo.   Por ejemplo, mucho antes de que los hebreos estuvieran esclavizados  en Egipto,  Dios le  dijo  a  Abrán: "Puedes  saber  con  seguridad que  tu descendencia llegará a ser residente forastera en tierra ajena, y tendrá que servirles, y éstos ciertamente la afligirán por cuatrocientos años" (Gn 15;13).

El principio  de esa  aflicción fue  cuando Ismael,  hijo de  la egipcia Agar, se burló de  Isaac en el año 1913 aC.  El restar  400 años de 1913 nos  trae  a 1513  años  aC,  el año  exacto  cuando  Dios libró  a  los israelitas del cautiverio  egipcio.  El conocimiento de esta profecía a Abrán pudo haber servido de fuente  de gran estímulo a  aquellos judíos esclavizados y afligidos, porque  también  hablaba  de liberación  (Gn 50;24-25) ("La Atalaya" de 15.9.67, pág 548)

Análisis:

Primero hemos de decir que hoy día la mayor parte de los egiptólogos y exégetas sostienen como  fecha del éxodo la del S. XIII (dinastía XIX)  bajo Merneptah.  Véase amplio estudio en (Sagradas Escrituras BAC I, pág 453-456)

Por lo que se  refiere  a  la duración  de  la  estancia de  los israelitas en Egipto,  parece que en tiempos de los  Hechos de los apóstoles  circulaban  entre los  rabinos  dos  corrientes, la  de cuatrocientos años  y la de  cuatrocientos treinta años;  de hecho Filón, al igual  que Esteban en su discurso (Hech  7;1 y ss), pone la cifra  de cuatrocientos años.   (Gn 15;13).  En cambio,  en (Ex 12;40) se  habla de  cuatrocientos treinta años,  el libro  de los Jubileos de  430, S.Pablo en su  carta a los Gálatas  habla de 430 años (Gl 3;17), y Josefo unas veces habla de cuatrocientos y otras de cuatrocientos treinta.  Esta cifra de  430 años es la que da el texto masorético (y  la Vulgata) en (Ex 12;40), pero refiriéndose sólo a  la permanencia de  los hebreos  en Egipto, sin  incluir el tiempo anterior hasta Abraham.  Sin embargo, la versión griega de los LXX y el texto hebreo samaritano  incluyen también  en esta cifra la permanencia  de los patriarcas en Canán.  A este cómputo es al que se acomoda S. Pablo.  Este cómputo de 430 años, por otra parte, otorga 215 años (exactamente la mitad) para los patriarcas en Canán y otros 215 para  los israelitas en Egipto.  En efecto, según los datos bíblicos, Abraham tenía 75 años al entrar en Canán (es, podríamos  decir el  momento cero del  cálculo). A  los cien años engendró a Isaac -25 años- ;  éste a los 60, engendró a Jacob -60 años-, y  éste a los 130,  desciende a Egipto -130  años- ; lo que nos  da un total de  215 años (25 +  60 + 130).  Luego,  s/ la Biblia, tenemos tres cifras para  la estancia de los israelitas en Egipto:  400,  430 y  215  años. Todo esto prueba  el  carácter fluctuante y aun  artificial de  estos  números y  cifras en  las       antiguas tradiciones bíblicas.

¿De dónde  sacarán los TJ la  fecha de 1913 aC y  por qué aplicarán con tal tranquilidad  la cifra de 400 años, cuando  esta claro que es una período inexacto?

s/TJ:

Otro ejemplo en que el conocimiento de una profecía registrada sirvió de estímulo se puede hallar en la profecía de Jeremías.  Jehová hizo que su profeta Jeremías escribiera que los judíos serían mantenidos cautivos en Babilonia mientras su tierra estuviera desolada durante setenta años (Jr 29;10) El profeta Daniel, mientras estaba en Babilonia cobró ánimo de estas palabras proféticas y esperó la liberación de su pueblo y  su regreso a  Jerusalén, lo  cual tuvo  lugar en 537 años aC, exactamente setenta años  después que  Judá, había sido  dejada desierta  cuando los últimos judíos  huyeron a Egipto  no mucho después de la  desolación de Jerusalen. ("La Atalaya" de 15.9.67, pág 548)

Análisis:

Si Daniel esperaba los setenta años, hubo de tener una gran alegría cuando se percató de que su estancia en Babilonia se había reducido  en veinte  años.  Este  tema  lo analizamos en  el apartado "LA BIBLIA CONTIENE HISTORIA VERDADERA".

s/TJ:

Otro ejemplo: Al principio del primer siglo de nuestra era común fieles judíos esperaban al Mesías a causa de las profecías  registradas. Al profeta Daniel se le dijo que "desde que salga la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén, hasta el  Mesías, el  Príncipe, habrá  siete semanas y sesenta y dos semanas".  En otras palabras, pasarían sesenta y nueve semanas de años o 483 años (porque éstas  son semanas simbólicas) Fue en 455 aC. que el rey Artajerjes decretó que la ciudad de Jerusalén y su muro  fueran reedificados.   Contando desde 455  aC., los  483 años terminarían en 29 dC. En 29 dC. Jesús de Nazaret fue ungido con espíritu santo,  en cuyo  tiempo llegó  a ser  Jesucristo o  Jesús el  Mesías, el ungido.  Esto fue  exactamente como  predijo el  profeta Daniel  siglos antes. (Dn 9;25) (Ez 4;6) (Neh 2;1-8) (Num 14;34) ("La Atalaya" de 15.9.67, pág 548)

Análisis:

(Neh 2;1): "En el mes de  Nisán del año 20 del rey Artajerjes...". Pero Artajerjes  (persa) reinó del 464  al 424, por lo  que el año 20, fue el 444, no el 455.  Empezamos mal...

(Lc 3;23).  Jesús al bautizarse tendría "unos" treinta años.  Así, pues, el año 29 para el bautismo se ajustaría bastante...si Jesús hubiese nacido realmente en el año  0.  Pero Dionisio el Exiguo no sólo cometió el error de empezar la era dándole el número de año 1 al primer  momento de la  misma (no  existía el cero  como número) -error  que  a pesar  de  conocerse  no  se  corrigió en  1582  al establecer  el   año  gregoriano-   sino  que   históricamente  se cometieron otros errores. 

Así,  por  ejemplo,  Herodes  murió  el año  4  aC.,  por  lo  que forzosamente hemos de  adelantar la fecha del  nacimiento de Jesús de 4 a 7 años.  Jesucristo, pues, tenía 30, años en el año 23 ó 24 de  nuestra era,  lo que  ya se  distancia bastante  del 29  dC. Y terminamos peor...

Pero aún hay más y definitivo. La profecía no habla de sesenta y nueve años, habla de setenta  (Dn 9;24) repartidos en tres etapas: Una primera  de siete  semanas (Dn  9;25), otra  de sesenta  y dos semanas (Dn  9;25) y  una final  de una semana  (Dn 9;27). En el estudio sobre las Profecías  podemos  analizar  su  posible significado. Pero aquí lo que nos interesa es que los TJ basan  sus cálculos en  una profecía que:
1º) dicen que  habla de 69 años, cuando en realidad  habla de 70 años;
2º) Inician sus cálculos en un año que  históricamente no es cierto; y, 3º) concluyen los cálculos en un año que tampoco puede considerarse correcto. 

s/TJ:

El  domingo por  la  tarde, el  10 de  setiembre  (1922), el  presidente Rutherford  pronunció  su  discurso  público (...).   En  la  conclusión presentó una  resolución intitulada  'un desafío  a los  gobernantes del mundo' (...).  Esta  notificó a las naciones que  los 'tiempos señalados de las  naciones' habían  terminado en  1914; que el  Reino de  Dios por Cristo se había establecido en ese entonces en el cielo; que la Sociedad de la Naciones  era un fraude (...);  que el reino del  Mesías de Jehová era el sanalotodo para los males de la humanidad; (...) ("Hágase tu voluntad en la tierra", pág 357-358)

El reino mesiánico de  Dios fue establecido en los cielos  al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 dC ("Entonces queda terminado el misterio de Dios", pág 69)