DIABLO O SATANÁS
S/TJ:
Aunque mucha gente
no cree en los espíritus
inicuos, millones de personas si creen en
ellos. En muchas religiones, tanto del pasado como del presente, se
habla de los ángeles caídos. No sólo se les considera
corruptores de la espiritualidad, sino también
causantes malévolos de los desastres, como la guerra,
el hambre y los terremotos, y promotores asimismo de la enfermedad, los
trastornos mentales y la muerte. Satanás,
el Diablo, el principal espíritu maligno en el cristianismo y
el judaísmo, recibe el nombre de Iblis en la religión musulmana. ("La
Atalaya" de 1.2.94, pág 3)
"Si
usted cree en la Biblia, tiene que creer que Satanás es un personaje
real. Jesús no sólo creía en su existencia,
sino que además lo llamó "el gobernante del mundo" (Jn
14;30). El apóstol Pablo llamó a Satanás "el dios de este
sistema de cosas" (2Cor 4;4). Y el apóstol
Juan, ya anciano, dijo: "El mundo entero yace en el poder del inicuo"
(1Jn 5;19)
El
apóstol cristiano Pedro dio esta advertencia: "Sean
vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león
rugiente, procurando devorar a alguien" (1Pe 5;8)" ("La
Atalaya" de 1.12.92, pág 32)
Satanás,
el Diablo es una persona de la vida real. No es simplemente el
mal que hay en toda la humanidad,
como quizás crean algunos. Por supuesto, las criaturas
humanas no pueden ver al Diablo, por la misma razón que no
pueden ver a Dios. Tanto Dios como el Diablo son personas celestiales o de
espíritu, formas de vida superiores a los humanos y que no pueden ser vistas
por nuestros ojos (Jn 4;24)
'Pero
si Dios es amor' puede que pregunte alguien, '¿por
qué hizo al Diablo?' (1Jn 4;8) La realidad es que
Dios no creó al Diablo. 'Pero si Dios
creó a todas las personas,' dirá alguien, 'tiene
que haber creado al Diablo. ¿Qué otra persona pudiera
haberlo hecho? ¿De dónde vino el Diablo?'
La
Biblia explica que Dios creó a muchas, muchas personas de
espíritu, celestiales, similares a él. En la Biblia
a estos espíritus se les llama ángeles. También se
les llama "hijos de Dios" (Jb
38;7) (Sl 104;4) (Hb 1;7,13,14) Dios los creó perfectos a todos. Ninguno
de ellos era un diablo, o un satanás. La palabra "diablo" significa
difamador y la palabra "satanás" significa opositor.
Sin embargo, llegó el
tiempo en que un
ángel, uno de los hijos celestiales
de Dios se hizo a sí mismo el Diablo,
es decir, un abominable mentiroso que habla cosas malas acerca
de otro. También se hizo Satanás, es decir, un opositor de
Dios. El no fue creado así, pero después llegó a ser esa clase
de persona. Para ilustrar: el ladrón no nace ladrón.
Puede que haya venido de una buena familia,
y tenga padres honrados y hermanos y hermanas que observen
las leyes. Pero su propio deseo por lo que el dinero
puede comprar puede haberlo llevado a hacerse un
ladrón. Entonces, ¿cómo se convirtió en Satanás el Diablo, uno de los
hijos celestiales de Dios?
El
ángel que llegó a ser el Diablo estuvo presente cuando
Dios creó la Tierra y más tarde a la primera pareja humana, Adán y
Eva. (Job 38;4,7) Por eso, habría oído a Dios decir a esta pareja
que tuvieran hijos. (Gn 1;27,28) Sabía que con
el tiempo la Tierra entera estaría
llena de personas justas que adorarían a Dios. Ese era el
propósito de Dios. No obstante, este ángel pensó
muchísimo en su propia belleza e inteligencia,
y quiso recibir para sí la adoración que habría de
ser dada a Dios. (Ez 28;13-15) (Mt 4;10) En vez de
despedir de la mente este deseo incorrecto, siguió
pensando en él. Esto lo condujo a dar pasos para
obtener el honor y la importancia que deseaba." (Usted puede
vivir...pág 18 y 19)
Pero
quizás usted pregunte: Si este espíritu muy inteligente
realmente era perfecto, ¿cómo podía darse a la iniquidad cuando no había nadie
que lo tentara? La Biblia responde que esto se
debió a que pensó en una idea mala
(Stg 1;14-15). No hay nada malo en ver las
posibilidades de cierta situación. Por ejemplo, una persona que
esté en la casa de otra quizás vea dinero puesto sobre una
mesa. La posibilidad de coger este dinero
y ponérselo en el bolsillo está
allí. Pero, puesto que esto sería robar, la persona no debería
siquiera considerarlo. O, si la idea sí viene a la mente,
debe despedirla de ella. Pero si el individuo
retiene la idea en su mente y permite
que crezca, entonces se desarrolla el
deseo incorrecto. Pronto esto puede hacer que
cometa un acto de iniquidad.
Así
sucedió, también, con la criatura espíritu perfecta. Allí estaba la
posibilidad de usar a esta pareja humana para su
propio propósito más bien que efectuar lo que Dios quería.
Como criatura con libre
albedrío, él no sólo consideró esto,
sino que no lo despidió de su mente, y esto lo
condujo a pecar. Tal como un hombre que anteriormente
haya sido honrado puede hacerse ladrón por
medio de robar, así esta criatura espíritu
se hizo a sí misma Satanás al actuar como resistidor de
Dios; y se hizo el Diablo al
convertirse en calumniador de Dios, porque esto es lo que
estos nombres significan.
Por supuesto, alguien quizás diga: "No pudiera haber sido que
sencillamente cometió un error" ¿No pudiera él haber presentado
disculpas y así terminar todo este asunto?" En respuesta, tenemos
que tener en mente que
un individuo perfecto es diferente de
nosotros. Cuando usa su libre albedrío,
la selección que hace no se debe a debilidad ni
imperfección. La gente imperfecta a menudo comete errores
debido a debilidad heredada. Pueden confesar
sus errores, presentar disculpas y
cambiar su proceder. Pero cuando una
criatura perfecta escoge hacer el mal, lo hace deliberadamente y
no se vuelve más tarde para hacer el bien. Esto le sucedió al que se
hizo a sí mismo Diablo.
Tres
veces en el libro bíblico de Juan leemos
que el Señor Jesucristo llamó al Diablo "el
gobernante de este mundo" (Jn
12;31(Jn 14;30) (Jn 16;11). En (2Cor 4;4) se hace
referencia a él como "el dios de este sistema de
cosas". ¿Quiere decir esto, entonces, que todas las naciones
de la Tierra están bajo el control de
Satanás el Diablo? La Biblia contesta: "El mundo
entero esta yaciendo en el poder del inicuo" (1Jn
5;19) Así, el Diablo, como "gobernante del mundo" ejerce gran
influencia en los hombres, engañándolos y hasta controlando los gobiernos
políticos (Ap 16;13,14)
Abra
usted su Biblia en (Ap 12;9), y verá que al Diablo se le
describe como "el gran dragón". En el siguiente capítulo, (v 1 y 2),
se nos dice que ese dragón, el Diablo, dio poder y un trono y
gran autoridad a lo que simbólicamente se llama la
"bestia salvaje" que sale del mar. ¿Qué es esta
simbólica "bestia salvaje" Bueno, ¿sobre qué tiene
autoridad Satanás? ¿Qué le ofreció a Jesucristo? "Todos los
reinos de la Tierra habitada?" (Lc 4;5-8). Jesús rápidamente
rechazó aquella oferta, pero no negó que el Diablo regía sobre los reinos
políticos de la Tierra. En armonía con esto (Ap 13;7)
dice acerca de la simbólica "bestia salvaje" que "se
le dio autoridad sobre toda tribu y pueblo y lengua y
nación".
Además,
¿con qué identificó el profeta Daniel ciertas
bestias? Con "reinos", o gobiernos políticos (Dn
7;2-7,17,23). El hecho de que las bestias simbólicas de la
visión de Daniel y la "bestia salvaje" de Apocalipsis
tienen un significado parecido se desprende del hecho de que ambas narraciones
se refieren a la misma clase de criaturas: un león, un oso, u leopardo
y una bestia de diez cuernos (Ap 13;1,2). De
modo que la "bestia
salvaje" representa a
toda la organización política del Diablo que
ha ejercido dominio bestial sobre la Tierra a través de
los siglos hasta ahora. No sorprende que Jesucristo
haya dicho: "Mi reino no es parte de este mundo"
Y no es raro que sus seguidores no hubieran de ser parte
del mundo tampoco, es decir, que evitarían envolverse en
sus asuntos (Jn 18;36) (Jn 17;14-16)." ("La verdad que lleva
a vida eterna", pág 56-61)
Respecto
a la bestia salvaje que
asciende del mar (Ap 13;1)...
Obviamente, esta bestia salvaje representaría a gobiernos
terrenales, humanos, visibles... es la organización visible de Satanás, su
instrumento ("La Atalaya" 1963, pág 537)
Análisis:
Entre los cambios constantes que a sus
interpretaciones hacen los TJ, también aquí habían enseñado en 1929 que el
gran dragón rojo" representaba a la organización de Satanás.
("Profecía", pág 129) Como vemos, ahora el "gran
dragón" es únicamente Satanás y la organización de Satanás es la
"bestia salvaje"...
Pero veamos que nos dice el
"Catecismo de la Iglesia Católica" sobre el Diablo o Satán:
390 El relato de la caída (Gn 3) utiliza un lenguaje hecho
de imágenes, pero afirma un
acontecimiento primordial, un hecho que tuvo
lugar al comienzo de la historia del hombre. La Revelación nos da la certeza de fe de que toda la
historia humana está marcada por el
pecado original libremente cometido por nuestros
primeros padres (cf Cc. de Trento: DS 1513; Pío XII: DS 3897; Pablo VI, discurso 11 julio 1966).
391 Tras la elección desobediente de nuestros primeros
padres, se halla una voz seductora,
opuesta a Dios (Gn 3, 1-5) que, por envidia, los hace
caer en la muerte (Sb 2; 24). La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel
caído, llamado Satán o diablo (Jn 8;
44) (Ap 12; 9). La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios: "El diablo y los otros demonios fueron creados
por Dios con una naturaleza buena,
pero ellos se hicieron a sí mismo malos". (Cc. de
Letrán IV, año 1215: DS 800).
392 La Escritura habla de un pecado de
estos ángeles (2 Pe 2). Esta
"caída" consiste en la elección libre de estos espíritus creados que rechazaron radical e
irrevocablemente a Dios y su Reino. Encontramos un
reflejo de esta rebelión en las palabras del tentador a nuestros primeros padres: "Seréis como
dioses" (Gn 3;5). El diablo es "pecador
desde el principio" (1Jn 3, 8), "padre de la mentira" (Jn 8; 44).
393 Es el carácter irrevocable de su
elección, y no un defecto de la infinita
misericordia divina lo que hace que el pecado de los ángeles no pueda ser perdonado. "No hay
arrepentimiento para ellos después de la
caída, como no hay arrepentimiento para los hombres
después de la muerte" (S. Juan Damasceno, f.o. 2, 4: PG 94, 877C).
394 La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel
a quien Jesús llama
"homicida desde el principio" (Jn 8; 44) y que incluso intentó apartarlo de la misión
recibida del Padre (Mt 4;11). "El
Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo" (1Jn 3; 8). La más grave en consecuencias de
estas obras ha sido la seducción
mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a Dios.
395 Sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es
más que una criatura, poderosa por el
hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura:
no puede impedir la edificación del Reino de Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra
Dios y su Reino en Jesucristo, y
aunque su acción cause graves daños —de naturaleza espiritual e indirectamente
incluso de naturaleza física— en cada hombre y en
la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con fuerza y dulzura dirige la
historia del hombre y del
mundo. El que Dios permita la actividad diabólica es un gran misterio,
pero "nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman" (Rm 8; 28).
TJ:
"Jehová
delegó la autoridad de ser el celador del hombre a
su hijo Lucifer... que desde aquella rebelión Lucifer ha
sido conocido por los títulos de Dragón, Serpiente, Satanás y
Diablo" ("Profecía", pág 246-24e7) ("El Reino se ha
acercado", pág 62)
Análisis:
En efecto,
en 1929, en una asamblea en
Detroit, USA, el 5 de agosto, por
voto unánime de todos los TJ allí
congregados se aprobó la siguiente
resolución: "Declaración en contra de Satanás y de adhesión a
Jehová". Ante Dios y el mundo reconocieron que Satanás
es Lucifer o Lucero. Pero esta declaración solemne
fue poco a poco totalmente cambiada.
TJ:
"En
sentido de mofa se podría hacer referencia a él como el
Refulgente, Lucero o Lucifer... sólo puede
aplicarse a Satanás en un sentido de
mofa " ("La Atalaya" de 1958, pág 31)
Análisis:
Vemos
que en 1958, empiezan a "dar la vuelta a la
tortilla". Para 1973 el cambiazo es absoluto, total. Véanlo:
TJ:
"La
palabra Lucero... no es un nombre
personal o título... No sería correcto decir que
Satanás, el Diablo, es el que se llama aquí Lucero, como si fuera uno de
sus nombres... La palabra Lucero no fue un nombre dado a Satanás al
Diablo." "La Atalaya" de 1973, pág 525)
Análisis:
O
sea, primero Lucifer es el nombre de un ángel, hijo de Dios, al
que Dios delega su
autoridad para ser el celador
del hombre. Después, es un título que, aunque sólo en un sentido de
mofa puede aplicarse a Satanás. Finalmente (?), resulta que Lucifer ya no es
ni el nombre de un ángel, ni un
título que pueda aplicarse a Satanás... No
queremos ni quitar ni poner rey. Ni decimos que la
interpretación de hoy sea más
convincente que la de ayer. Solamente decir que si fuera
verdad que Dios guía a los TJ no cometerían tantas
equivocaciones.