jueves, 27 de noviembre de 2014

DIABLO O SATANÁS

DIABLO O SATANÁS

S/TJ:

Aunque  mucha  gente no  cree  en  los  espíritus inicuos,  millones  de personas si creen en ellos.  En muchas religiones, tanto del pasado como del presente, se habla de los  ángeles caídos.  No sólo se les considera corruptores de  la espiritualidad,  sino también causantes  malévolos de los desastres, como la guerra, el  hambre y los terremotos, y promotores asimismo  de  la  enfermedad,  los trastornos  mentales y  la  muerte. Satanás, el Diablo, el principal espíritu maligno en  el cristianismo y el judaísmo, recibe el nombre de Iblis en la religión musulmana. ("La Atalaya" de 1.2.94, pág 3) 


"Si usted cree en la Biblia, tiene  que creer que Satanás es un personaje real.  Jesús  no sólo creía en  su existencia, sino que  además lo llamó "el gobernante del mundo" (Jn 14;30). El apóstol Pablo llamó a Satanás "el dios de  este sistema de cosas"  (2Cor 4;4). Y el  apóstol Juan, ya anciano, dijo: "El mundo entero yace en el poder del inicuo" (1Jn 5;19) 

El apóstol cristiano Pedro dio esta advertencia: "Sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien" (1Pe 5;8)" ("La Atalaya" de 1.12.92, pág 32) 

Satanás, el Diablo es una persona de la vida real.  No es simplemente el mal  que hay en  toda la  humanidad, como quizás crean algunos. Por supuesto, las criaturas humanas no pueden  ver al Diablo, por la misma razón que no pueden ver a Dios. Tanto Dios como el Diablo son personas celestiales o de espíritu, formas de vida superiores a los humanos y que no pueden ser vistas por nuestros ojos (Jn 4;24) 

'Pero si  Dios es amor'  puede que pregunte alguien, '¿por qué hizo al Diablo?' (1Jn  4;8) La realidad  es que Dios  no creó al  Diablo. 'Pero si Dios creó a todas las personas,'  dirá alguien, 'tiene que  haber creado al Diablo. ¿Qué otra persona pudiera haberlo  hecho?  ¿De dónde vino el Diablo?' 

La Biblia explica  que Dios creó a muchas, muchas  personas de espíritu, celestiales, similares a él. En la Biblia a  estos espíritus se les llama ángeles. También se les  llama "hijos  de Dios" (Jb 38;7)  (Sl 104;4) (Hb 1;7,13,14) Dios los creó perfectos a todos. Ninguno de ellos era un diablo, o un satanás. La palabra "diablo" significa difamador y la palabra "satanás" significa opositor. 

Sin  embargo,  llegó  el tiempo  en  que  un ángel,  uno  de los  hijos celestiales de  Dios se hizo a sí mismo el Diablo, es decir, un abominable mentiroso que habla cosas malas acerca de  otro. También se hizo Satanás, es decir, un opositor de Dios. El no fue creado así, pero después llegó a  ser esa clase de persona. Para ilustrar: el ladrón no nace  ladrón. Puede que haya venido de una buena familia, y tenga padres honrados y  hermanos y hermanas que observen las leyes. Pero su propio deseo por lo que el  dinero puede comprar puede  haberlo llevado a hacerse un ladrón. Entonces, ¿cómo se convirtió en Satanás el Diablo, uno de los hijos celestiales de Dios? 

El ángel que llegó  a ser el Diablo estuvo presente  cuando Dios creó la Tierra y más tarde a la primera pareja humana, Adán y Eva.  (Job 38;4,7) Por eso, habría oído a Dios decir a esta pareja que tuvieran hijos.  (Gn 1;27,28)  Sabía que  con el  tiempo la  Tierra entera  estaría llena  de personas justas que adorarían a Dios. Ese era el propósito de Dios. No obstante, este ángel pensó muchísimo en su propia belleza  e inteligencia, y  quiso recibir para  sí la adoración que habría de ser dada a Dios. (Ez 28;13-15) (Mt 4;10) En vez  de despedir de  la mente este deseo  incorrecto, siguió pensando  en él. Esto lo condujo  a dar pasos para obtener el honor y la importancia que deseaba."  (Usted puede vivir...pág 18 y 19) 

Pero quizás usted  pregunte: Si este espíritu  muy inteligente realmente era perfecto, ¿cómo podía darse a la iniquidad cuando no había nadie que lo tentara?   La Biblia responde  que esto se debió  a que pensó  en una idea mala (Stg  1;14-15).  No hay nada malo en  ver las posibilidades de cierta situación. Por ejemplo, una persona  que esté en la casa de otra quizás vea dinero  puesto sobre una mesa.  La posibilidad  de coger este dinero y  ponérselo en  el bolsillo  está allí. Pero, puesto  que esto sería robar, la persona no debería siquiera considerarlo. O, si la idea sí viene a la mente, debe  despedirla de ella. Pero si  el individuo retiene la idea en su mente y permite que crezca,  entonces  se desarrolla el deseo  incorrecto.  Pronto esto puede hacer  que cometa un acto de iniquidad. 

Así sucedió, también, con la criatura espíritu perfecta.  Allí estaba la posibilidad de  usar a esta pareja  humana para su propio  propósito más bien que efectuar lo que Dios quería. Como  criatura  con  libre albedrío,  él no  sólo consideró  esto, sino  que no  lo despidió  de su mente, y esto lo condujo a  pecar.  Tal como un hombre que anteriormente haya sido  honrado puede  hacerse ladrón  por medio  de robar,  así esta criatura espíritu se  hizo a sí misma Satanás al  actuar como resistidor de Dios;  y se  hizo el  Diablo al convertirse  en calumniador  de Dios, porque esto es lo que estos nombres significan. 

Por  supuesto,  alguien   quizás  diga:  "No  pudiera   haber  sido  que sencillamente cometió un error" ¿No  pudiera  él  haber  presentado disculpas y  así terminar todo  este asunto?" En respuesta, tenemos que tener  en mente  que un  individuo  perfecto es  diferente de nosotros. Cuando usa su libre albedrío, la selección que hace no se debe a debilidad ni imperfección. La gente imperfecta a menudo comete errores debido a debilidad  heredada. Pueden confesar sus errores, presentar disculpas y cambiar su  proceder. Pero cuando una criatura perfecta escoge hacer el mal, lo hace deliberadamente y no se vuelve más tarde para hacer el bien. Esto le sucedió al que se hizo a sí mismo Diablo. 

Tres veces  en el libro bíblico  de Juan leemos que  el Señor Jesucristo llamó al  Diablo "el gobernante de  este mundo" (Jn 12;31(Jn  14;30) (Jn 16;11). En (2Cor 4;4) se  hace referencia a él  como "el dios  de este sistema de cosas". ¿Quiere decir esto, entonces, que todas las naciones de  la Tierra  están bajo el control  de Satanás  el Diablo?   La Biblia contesta: "El  mundo entero esta yaciendo en el poder del  inicuo" (1Jn 5;19) Así, el Diablo, como "gobernante del mundo" ejerce gran influencia en los hombres, engañándolos y hasta controlando los gobiernos políticos (Ap 16;13,14) 

Abra usted su Biblia  en (Ap 12;9), y verá que al  Diablo se le describe como "el gran dragón". En el siguiente capítulo, (v 1 y 2), se nos dice que ese dragón, el Diablo, dio poder  y un trono y gran autoridad a lo que simbólicamente se llama la "bestia  salvaje" que sale del mar.  ¿Qué es esta simbólica "bestia salvaje" Bueno, ¿sobre qué tiene autoridad Satanás? ¿Qué le ofreció a Jesucristo? "Todos los reinos de la Tierra habitada?" (Lc  4;5-8). Jesús rápidamente rechazó aquella oferta, pero no negó que el Diablo regía sobre los reinos políticos de la Tierra. En armonía con esto (Ap 13;7) dice  acerca de la simbólica "bestia salvaje" que "se le dio autoridad sobre toda tribu y pueblo  y lengua y nación".  

Además, ¿con qué  identificó el  profeta Daniel  ciertas bestias? Con "reinos", o gobiernos  políticos (Dn 7;2-7,17,23). El hecho de que las bestias simbólicas de la visión de Daniel y la "bestia salvaje" de Apocalipsis tienen un significado parecido se desprende del hecho de que ambas narraciones se refieren a la misma clase de criaturas: un león, un oso, u leopardo y  una bestia de diez cuernos (Ap  13;1,2).  De modo que la  "bestia salvaje"  representa  a toda  la  organización política  del Diablo que ha  ejercido dominio bestial sobre la Tierra  a través de los siglos hasta ahora.   No sorprende que Jesucristo haya  dicho: "Mi reino no es parte de  este mundo" Y no es raro que  sus seguidores no hubieran de ser  parte del mundo tampoco,  es decir, que evitarían  envolverse en sus asuntos (Jn 18;36) (Jn 17;14-16)." ("La verdad que lleva a vida eterna", pág 56-61) 

Respecto a la bestia salvaje que asciende  del  mar  (Ap  13;1)... Obviamente, esta bestia salvaje representaría a  gobiernos terrenales, humanos, visibles... es la organización visible de Satanás, su instrumento ("La Atalaya" 1963, pág 537)

Análisis:

Entre los cambios constantes que a sus interpretaciones hacen los TJ, también aquí habían enseñado en 1929 que el gran dragón rojo" representaba a la organización de Satanás. ("Profecía", pág 129) Como  vemos, ahora el "gran dragón" es únicamente Satanás y la organización de Satanás es la "bestia salvaje"... 

Pero veamos que nos dice el "Catecismo de la Iglesia Católica" sobre el Diablo o Satán:

390   El relato de la caída (Gn 3) utiliza un lenguaje hecho de imágenes, pero afirma un acontecimiento primordial, un hecho que tuvo lugar al comienzo de la historia del hombre. La Revelación nos da la certeza de fe de que toda la historia humana está marcada por el pecado original libremente cometido por nues­tros primeros padres (cf Cc. de Trento: DS 1513; Pío XII: DS 3897; Pablo VI, discurso 11 julio 1966).

391   Tras la elección desobediente de nuestros primeros padres, se halla una voz seductora, opuesta a Dios (Gn 3, 1-5) que, por envidia, los hace caer en la muerte (Sb 2; 24). La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Sa­tán o diablo (Jn 8; 44) (Ap 12; 9). La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios: "El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismo malos". (Cc. de Letrán IV, año 1215: DS 800).

392   La Escritura habla de un pecado de estos ángeles (2 Pe 2). Esta "caída" consiste en la elección libre de estos espíritus creados que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino. Encontramos un reflejo de esta rebelión en las palabras del tentador a nuestros primeros padres: "Seréis como dioses" (Gn 3;5). El diablo es "pecador desde el principio" (1Jn 3, 8), "padre de la mentira" (Jn 8; 44).

393      Es el carácter irrevocable de su elección, y no un defecto de la infinita misericordia divina lo que hace que el pecado de los ángeles no pueda ser perdonado. "No hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay arrepentimiento para los hombres después de la muerte" (S. Juan Damasceno, f.o. 2, 4: PG 94, 877C).

394                  La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama "homicida desde el principio" (Jn 8; 44) y que incluso intentó apartarlo de la misión recibida del Padre (Mt 4;11).  "El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo" (1Jn 3; 8). La más grave en consecuencias de estas obras ha sido la seducción mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a Dios.

395      Sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños —de naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza física— en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo. El que Dios permita la actividad diabólica es un gran misterio, pero "nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman" (Rm 8; 28).

TJ:

"Jehová delegó la autoridad de ser el celador del hombre a su hijo Lucifer... que desde aquella rebelión Lucifer ha sido  conocido por los títulos de Dragón, Serpiente, Satanás y Diablo" ("Profecía", pág 246-24e7) ("El Reino se ha acercado", pág 62) 

Análisis:

En  efecto, en  1929, en  una asamblea  en Detroit,  USA, el  5 de agosto,  por voto  unánime de  todos los TJ  allí congregados  se aprobó la siguiente resolución: "Declaración en contra de Satanás y de adhesión a Jehová". Ante Dios y el mundo reconocieron que Satanás es  Lucifer o Lucero. Pero esta declaración  solemne fue poco a poco totalmente cambiada. 

TJ:

"En sentido de  mofa se podría hacer referencia a  él como el Refulgente, Lucero o  Lucifer... sólo  puede aplicarse  a Satanás  en un  sentido de mofa " ("La Atalaya" de 1958, pág 31) 

Análisis:

Vemos que en 1958, empiezan a "dar la vuelta a la tortilla".  Para 1973 el cambiazo es absoluto, total. Véanlo:  

TJ:

"La palabra  Lucero... no  es un  nombre personal  o título...   No sería correcto decir que Satanás, el Diablo, es el que se llama aquí Lucero, como si fuera uno de sus nombres... La palabra Lucero no fue un nombre dado a Satanás al Diablo." "La Atalaya" de 1973, pág 525) 

Análisis:

O sea, primero Lucifer es el nombre  de un ángel, hijo de Dios, al que  Dios delega  su autoridad  para  ser el  celador del  hombre. Después, es un título que, aunque sólo en un sentido de mofa puede aplicarse a Satanás. Finalmente (?), resulta que Lucifer ya no es ni  el nombre  de un  ángel, ni  un título  que pueda  aplicarse a Satanás...  No queremos ni quitar ni poner rey. Ni decimos que la interpretación  de  hoy  sea  más convincente que la de ayer. Solamente decir que si fuera verdad que Dios guía a los TJ no cometerían tantas equivocaciones.