¿ES VERDADERO EL RELATO BÍBLICO DE UN DILUVIO GLOBAL?
s/TJ:
¿Es verdadero el relato bíblico de un diluvio
global? ¿Hay confirmación confiable de éste?
¿Uso Dios en una ocasión un
diluvio en toda la tierra para
destruir a toda la humanidad salvo una sola familia humana de ocho personas?
Si usted le hiciera esa pregunta a muchas personas,
dirían que el relato que da la Biblia
del diluvio solo es un mito.
Aun muchos sacerdotes católicos y
clérigos protestantes contestarían lo mismo.
Pero, ¿cual es la realidad?. La
Biblia claramente habla de un
diluvio verdadero. Explica que la Tierra había llegado a estar "llena de violencia" y que "toda
carne había arruinado su camino." Fue por
esta razón que Dios Todopoderoso
se determinó a destruir al mundo inicuo de la humanidad. Le dijo a Noé: "Estoy
arruinándolos." (Gn 6;11-13).
En preparación para el diluvio, Dios mandó al fiel Noé que construyera una arca y metiera en
ella a su familia y representantes de
los géneros animales. Entonces explica
la Biblia: Dios "borró...toda cosa existente que había sobre la superficie
del suelo, desde hombre hasta bestia,hasta animal moviente
y hasta criatira volátil
de los cielos, y
fueron borrados de sobre la
tierra; y solo Noé y los que con
él estaban en el arca siguieron sobreviviendo." (Gn 7;23)
El que este
relato del Diluvio conservado en
Génesis no es un mito lo indica el hecho
de que el Dios Todoporeroso más tarde
hace referencia a su promesa sobre las aguas del Diluvio. Por medio de su profeta Isaías da garantías a
su pueblo, diciendo: "Tal como he jurado que las aguas de Noé no pasarán
más sobre la tierra, así he jurado que
ciertamente no me indignaré contigo ni te reprenderé" (Isa.54;9) (Gén.8;21)
Esta declaración con juramento no
tendría valor si el Diluvio
no hubiera sucedido en realidad.
Hay confirmación adicional del diluvio del día de Noé en las Escrituras Griegas Cristianas.
El apóstol Pedro en varias
ocasiones habló del suceso, y una vez
explicó que Dios "guardó
en seguridad a Noé,
predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre
un mundo de gente impía." (2
Ped.2;5,3:5,6,1 Ped.3;20) El apóstol Pablo
también confirmó el
relato del Diluvio,
diciendo que Noé "construyó un arca para la salvación
de su casa."-(Heb.11;7).
Confirmación
definida también proviene
de Jesucristo mismo. Diferenciándose de ciertos críticos de hoy en día, Jesús aceptó estos sucesos como históricos, y el acontecimiento del Diluvio como un hecho verdadero.
El habló de "los días de Noé" y se
refirió al Diluvio como un ejemplo de lo que sucedería al tiempo de su segunda presencia y de "la conclusión del sistema
de
cosas."(Mat.24;3,37-39;
Luc.17;26,27) ¡Que fuerte confirmación de que un diluvio de
veras destruyó a un mundo de humanidad inicua! ¡Ciertamente
Jesucristo no creyó en un mito ni
lo propagó!. Sin embargo, hay
otra confirmación del Diluvio.
Dice un sobresaliente diccionario bíblico en francés: "Pero hay otras pruebas de este hecho, que providencialmente se sacaron a relucir cuando la narración bíblica estaba bajo el más
fuerte ataque. ...Existen muchas tradiciones del diluvio fuera de
Génesis."
EPOPEYA DE GILGAMÉS
La mejor
conocida y más notable de estas
tradiciones es la Epopeya de Gilgamés,
de la cual se dice que es de origen babilónico antiguo.Este relato escrito,
fechado aproximadamente en 2000-1700 a.
de la E.C., se descubrió, junto con millares de otras tablillas de barro, en el sitio de la antigua Nínive. El
descubimiento aconteció a mediados del siglo diecinueve durante excavaciones del palacio
del rey Asurbanipal, que reinó en
el siglo séptimo a. de la E.C Sin embargo, no fue sino hasta 1872 que el
orientalista británico
Jorgre Smith, que se ocupaba
en estudiar y clasificar estos hallazgos, identificó el relato del Diluvio que tiene
una semejanza muy notable con el de la Biblia.
Tanto la Epopeya de Gilgamés como la Biblia declaran que el Diluvio se planeó divinamente. Ambas conectan el Diluvio con defección en la raza humana. Ambos explican que el arca o barco se
construyó por instrucción divina para
conservar la vida; ambos
hablan acerca de enviar pájaros para determinar la disminución de las aguas; ambos describen actos de adoración después
de la liberación, y
hay otras semejanzas.
Sin embargo, también hay diferencias importantes
y dignas de atención. Diferente del relato bíblico, la
Epopeya de Gilgamés refleja la creencia babilónica en un panteón de deidades celosas, agresivas, altercadoras y
autoacusadoras. Estas se
agachan temerosas "como perros"
mientras prosigue el cataclismo,
y niegan ser responsables de éste
una vez que termina. También,
después del Diluvio,
cuando los sobrevivientes ofrecen un sacrificio, la Epopeya de Gilgamés dice que los dioses "se apiñaron como
moscas en torno
del sacrificador," esperando hambrientamente el alimento del
sacrificio.
La historia
bíblica sencilla y franca se eleva muy
por encima de la versión
babilónica. Es absurdo afirmar, como algunos lo hacen, que se derivó del relato babilónico
degradado. Más bien, la Biblia contiene
el informe presencial, que evidentemente cmpiló Moisés de
dos documentos escritos llamados
en la Biblia "la historia de
Noé" y "la historia de
los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet." (Gn 6;9) (Gn 10;1).
Se cree que estos estos
documentos fueron escritos por
los sobrevivientes del Diluvio, Noé y sus hijos, o que por lo menos ellos los tuvieron en su posesión.
Así,
Unger's Bible Dictionary coloca los
asuntos en la perspectiva apropiada cuando dice del diluvio del día de Noé: "El recuerdo de este gran suceso
persistió en la tradición. Los babilonios lo recibieron en una forma completamente corrompida y
deformada. Génesis lo describe como aconteció en realidad."
TRADICIONES ESPARCIDAS DEL DILUVIO
Si de
veras hubo un diluvio
que destruyó un mundo de la
humanidad inicial, se esperaría
que los relatos de éste
estuviesen conservados entre las razas extensas de la humanidad, todas las cuales descendieron
de los pocos sobrevivientes. ¡Y así sucede!.
No solo hay confirmación escrita antigua, como en la Epopeya de Gilgamés, sino que hasta tiempos recientes
hay tradiciones entre los pueblos de
todo el mundo acerca de un diluvio
universal en el lejano pasado.
The Biblical Archaeologist Reader (1961)
redactado por G. Ernesto Wright y David Noel Freedman, hace notar en las páginas 32 y 33: "En realidad,
tal relato se encuentra
en cien formas
que varían en países
tan lejanamente separados como Grecia, Mesopotamia, India, Malaya,
Polinesia y el hemisferio occidental...
donde se difunde desde Tierra del Fuego (islas cerca de la
punta meridional de la
América del sur) hasta el círculo ártico... Común
en la mayoría de ellas es el recuerdo de un gran diluvio que en
el pasado antiguo cubrió
toda la Tierra, o gran parte
de ella, y en el
cual todos salvo unos cuantos escogidos se ahogaron.
Estos pocos, se puede añadir, por
lo general escaparon en un barco o refugiándose en una montaña alta o en un
árbol."
También, en la segunda mitad del siglo pasado,
el famoso geólogo escocés Hugo Miller dijo en su libro The Testimony of the Rocks, Página 284:Sin
embargo,hay una tradición especial que parece estar más profundamente grabada y más extensamente esparcida que cualquiera de las otras.
La destrucción de casi toda la
raza humana, en una era temprana
de la historia del mundo, por un gran diluvio, parece haber impresionado
tanto la mente de los pocos sobrevivientes,
y parece haber sido transmitida a sus
hijos, en consecuencia, con
impresión tan aterradora, que
sus descendientes remotos del
día actual todavía no la han
olvidado. Aparece en casi
toda mitología, y vive en los
países más lejanos, y entre las tribus más bárbaras".
Es verdad que las tradiciones del Diluvio de
todos estos pueblos remotos no son idénticas en detalles en todas partes.
Pero esto solo habría de esperarse, como hace notar el profesor Enrique
Luken: "De hecho, no hay pueblo en la Tierra que, si ha conservado el
mínimo vestigio del pasado, no haya preservado el recuerdo del diluvio.
Es ciertamente natural que la tradición primitiva no se transmitiera
entera; asumió diversas formas míticas y adoptó matices especiales para cada
nación, pero la esencia de esta tradición permaneció igual en todas
partes."
Aunque
deformadas por relatarse a través de
las generaciones, estas
tradiciones tienen paralelos notables con
el relato escrito de la
Biblia en tres puntos básicos: (1)
una destrucción universal mediante
agua; (2) un lugar en el cual
sobrevivieron unas cuantas
personas, y (3) la preservación
de un grupito
de humanos. También,
estas tradiciones con frecuencia
incluyen, como razones
del Diluvio,la personalidad del
hombre y la cólera de Dios. Y, también, el pasado que sobrevivió al Diluvio
con frecuencia lo hizo
en un barco cerrado, acompañado de su familia,
y de animales. En
Gales e Inglaterra una tradición
dice que un antepasado escapó en una
nave con un macho y una hembra de cada
animal, y poblaron la Gran Bretaña.
El
pueblo maorí nativo
de Nueva Zelanda tiene
una tradición del Diluvio notablemente semejante al relato de la Biblia. El folleto The Family of the Maorí(1966), después de
presentar evidencia que indica
que los
Maoríes vinieron de
algún lugar en
Asia, hace notar: "Considerando la teoría de los Maoríes del origen de la raza polinesia, no sorprende el que hayan tenido la leyenda de un gran diluvio en su mitología religiosa. Es tan
semejante al relato de Noé que no
necesita elaboración aquí."
Sin
embargo, muchos críticos
modernos niegan que estas
esparcidas tradiciones del Diluvio sirvan
de evidencia confirmadora
del relato bíblico. Alegan que estas son simplemente fábulas del
diluvios locales.
Sin embargo, en conexión con esto note los
comentarios de Alano O. Klly y Francisco
Dachille en su libro Target; Earth (1953): En la experiencia común del
hombre los diluvios no son de tan grande o de tan esparcido acaecimiento que produjeran
un relato de diluvio abrumador,
enteramente exterminador...¿Por qué
entonces casi todas las razas
de los hombres tienen esta leyenda de un gran diluvio?
¿Por qué personas que vivían
lejos del océano en una región montañosa seca como el México central o Asia central
tienen una leyenda de
un diluvio?... Si
el diluvio universal no hubiera sido una realidad, entonces algunas razas habrían dicho que sus
antepasados inicuos fueron eliminados por aterradoras erupciones volcánicas, grandes ventiscas,
sequía, animales salvajes,
gigantes o demonios. De
modo que la universalidad
del relato del diluvio es uno de
los mejores argumentos de su veracidad."
No satisface el aseverar que estas tradiciones esparcidas de un diluvio
global no confirman el relato de la
Biblia. Si no hubiera tradiciones, usted
puede estar seguro de que los críticos usarían la falta de tal evidencia circunstancial como una objeción
seria a la veracidad del relato bíblico. Como
están las cosas,la afirmación de
que todas estas tradiciones tienen su
base en diluvios locales simplemente
no está en armonía con la evidencia.
The Biblical Archaeologis Reader, en
la página 33, dice lo siguiente:
Aunque algunos de los relatos sin duda son exageraciones de catástrofes
locales... es difícil creer que una
coincidencia de esbozamiento tan notable como
la que existe entre tantos de
estos relatos extensamente
separados pueda explicarse
de esta manera. Es
difícil evitar la conclusión de que muchos de ellos son recuerdos de un suceso común, o por lo menos se difunden de
una tradición común.
El argüir
que las semejanzas asombrosas en
las tradiciones esparcidas del Diluvio
simplemente son coincidencia revela un obstinado rehusar a aceptat la conclusión
obvia. Pues, como indicó Francisco Lénormant, profesor de arqueología asociado con la Biblioteca Nacional Francesa: "Sería totalmente contrario a la
probabilidad y a las
leyes de la crítica sana admitir
que los fenómenos locales exactamente semejantes en naturaleza pudieran haberse
reproducido en tantos puntos diferentes
del globo terráqueo como
uno solo para
explicar estas tradiciones universales, o que
estas tradiciones siempre hubieran asumido formas idënticas, combinadas
con circunstancias que no
tenían que haberse sugerido a la mente con relación a
esto."
Tomando en
cuenta la evidencia, solo el
prejuicio extremado contra la
Biblia podría ser
responsable de que una
persona negara que
las tradiciones esparcidas del
Diluvio son una
poderosa verificación
confirmadodora del relato que da la Biblia del diluvio de Noé.
De modo que
debemos tomar en serio el relato
bíblico del Diluvio. Nos debe
servir de advertencia. Jesucristo dijo: "Porque así como eran los días de
Noé, así será la presencia del Hijo del hombre." (Mt 24;37).
¿Qué sucedió
en los días de Noé?
La mayoría de la humanidad rehusó prestar atención a
La advertencia de Dios por medio
de Noé. Jesús
dijo:"Porque así como
en aquellos días antes
del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
los hombres casándose y las mujeres
dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no
hicieron caso hasta que vino el diluvio
y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre."
(Mt 24;38-39).
Jesús dijo que el ejemplo del día de Noé debe servirnos de advertencia.
Ahora vivimos en el tiempo
que él llamo "la presencia del
Hijo del hombre." El
inspirado apóstol Pedro habló del
"mundo de aquel tiempo" que
sufrió destrucción cuando fue
inundado con agua, y luego dijo de este tiempo: "Pero por la
misma palabra los cielos y la tierra
actuales están guardados para fuego y
quedan reservados para el día de juicio
y de la destrucción de los hombres impíos." (2Pe 3;7)
Por eso,
preste atención a la
advertencia de Cristo. Siga
el ejemplo sabio de Noé de obedecer a Dios. Al proceder así quizás sobreviva a la
venidera destrucción del presente
sistema de cosas inicuo,
y siga viviendo en el prometido nuevo
sistema justo de Dios. (2Pe 3;13). (¡Despertad!)
Análisis:
En efecto, existen varias recensiones
babilónicas del relato de un misterioso diluvio ocurrido en
Mesopotamia: La de Beroso, la de Nippur,
la de Nínive, el fracmento Hilprecht y el poema del Gilgamés.
La más interesante es la que
aparece en la tabla
undécima del poema del Gilgamés.
Entre este relato y el bíblico
acerca del diluvio, existen
claras semejanzas, y la
redacción del primero
es muy anterior al segundo. Es correcto preguntarse ¿No habrá, pues, una dependencia literaria directa entre el relato bíblico y el babilónico? No se puede probar que haya
dependencia literaria directa del relato bíblico respecto del babilónico, sino más, bien dos versiones
que se hacen eco de una fuente sustancialmente común. Nos hallamos, pues, ante dos tradiciones
populares de un mismo hecho, famoso en
la antigüedad. El hecho primitivo sustancial (una catástrofe diluvial de la que se salvó una familia predilecta de la divinidad) fue conservado en la tradición oral o escrita,
revistiéndolo de concepciones religiosas
en conformidad con su ambiente
histórico. Así en Mesopotamia,
el hecho aparece enmarcado en
concepciones politeistas,
mientras que en la
tradición hebraica,
esencialmente monoteísta, este
hecho aparece narrado
en conformidad con las
exigencias monoteístas de
la religión hebraica.
Otras preguntas que surgen: ¿Cómo puede ser
que Noé construyera una nave de
las proporciones de un
transatlántico moderno, jamás
logrado por la ingeniería naval hasta el siglo XIX, según Gn 6;15)?. Y, por otra
parte, el relato se sitúa en
plena prehistoria, cuando aún no
se conocía el uso de los metales, ¿cómo hacer una nave tan grande sin instrumentos metálicos?. Mas medidas del arca
de Noé s/ Gn 6;15 eran: 300 codos de
largo....=150 m . 50 codos de ancho....=25 m. 30 codos de alta....=15 m. (
codo= 0,5 m. ). Las respuestas a estas preguntas son que el
autor sagrado narra estos hechos
con la mayor naturalidad, sin parar
mientes en los problemas que había
que resolver. El hagiógrafo, como en otros relatos,
traslada modos de vida de su tiempo a
las edades prehistóricas. El sentido
de precisión histórica
no suele ser característica de los escritores
antiguos.
Los capítulos de la
biblia en los que se narra el diluvio, carecen
de unidad literaria,
aparte de una
serie de contradicciones: En efecto, hay hechos narrados dos veces: (Gn 6;5) (Gn 6;12)(Gn 6;17) (Gn
7;4) (Gn 6;18-20) (Gn7;1-3) (Gn 7;7-9) (Gn
7;13-16) (Gn 7;21) (Gn 7;22) (Gn
7;17) (Gn 7;18) (Gn 8;21-22) (Gn
9;9-11). Y existen claras divergencias en: (Gn 6;19-20) (Gn 7;2-3) (Gn 7;4,12,17) (Gn 8;6) (Gn
7;11,24) (Gn 8;7) (Gn 8;13) (Gn 8;2-3). Por
otra parte es imposible seguir la duración
exacta del diluvio. Además, ¿cómo puede ser que (Gn 8;4) diga que el
día 27 del séptimo mes se
asentara el arca sobre el monte Ararat,
que tiene 5,156 m. y que en (Gn
8;5), el día primero del mes
décimo, aparecieran las cumbres de los montes (Everest: 8.882 m.)?. La respuesta es que en las narraciones de
los primeros capítulos del
Génesis hay diversidad de documentos
o fuentes que han sido yuxtapuestos por el compilador inspirado. En esta narración bíblica del diluvio encontramos
claros indicios de
que el autor
sagrado trabaja con elementos heteregéneos
narrativos, que entremezcla y yuxtapone sin
mayores escrúpulos críticos. Esto
era común en los escritores de la antigüedad. Además no se
preocupaban de limar las pequeñas contradicciones entre ellos, pues no daban importancia a los detalles sino que se atenían al sentido general de
la narración sobre la cuestión principal que les interesaba. Por eso transcriben los documentos tal como
los encontraron en la tradición oral o escrita. Además arguye diversidad de fuentes el que
en unos textos aparece el nombre de
Yahvé -(Gn 6;5-8) (7;1-5) (7;16 b,17) (8;20,21)- mientras que en otros aparece el de Elohim (Gn 6;9-22) (8;1-15)
(9;1-17). Por otra parte, En la Biblia se mencionan ciertos pueblos
primitivos como los zuzim, los emmim
y los
enaquim, que no aparecen entre
la descendencia de Noé-(Gn 14;5 )
(Dt 2;10) (Nm 24;21)- lo que
parece indicar que los autores
sagrados suponen la existencia de
gentes que no descienden de Noé; luego
no fueron anegados por el diluvio.
Finalmente en Gn 10 los pueblos descendientes de Noé
que construyen la tabla del capítulo del
génesis son los pueblos de raza
negra y blanca. Nada se dice de componentes de otras
razas. Y es que el área geográfica a la que se
extiende su descripción podemos
decir que se limita
a los que se denomina Oriente próximo. Todo lo demás del orbe era desconocido del autor sagrado, igual que los pueblos que habitan estas tierras.
Esto prueba que los conocimientos geográficos del autor sagrado eran
limitados, como los de sus coetáneos. (Véase BAC Biblia comentada I, pág 138 ).