lunes, 24 de noviembre de 2014

¿ES VERDADERO EL RELATO BÍBLICO DE UN DILUVIO GLOBAL?

¿ES VERDADERO EL RELATO BÍBLICO DE UN DILUVIO GLOBAL?
s/TJ:

¿Es verdadero el relato bíblico de un diluvio global?  ¿Hay confirmación confiable  de éste?   ¿Uso Dios  en una  ocasión un  diluvio en  toda la tierra para destruir  a toda la humanidad salvo una  sola familia humana de ocho personas?
 
Si usted le hiciera esa pregunta a muchas personas, dirían que el relato que da  la Biblia del  diluvio solo es  un mito.  Aun  muchos sacerdotes católicos y clérigos protestantes contestarían lo mismo.  Pero, ¿cual es la  realidad?.  La  Biblia  claramente habla  de  un diluvio  verdadero. Explica que la  Tierra había llegado a estar "llena  de violencia" y que "toda carne  había arruinado  su camino."  Fue por  esta razón  que Dios Todopoderoso se  determinó a destruir  al mundo inicuo de  la humanidad. Le dijo a Noé: "Estoy arruinándolos." (Gn 6;11-13). 

En preparación para  el diluvio, Dios mandó al fiel  Noé que construyera una arca y metiera en ella a  su familia y representantes de los géneros animales.  Entonces explica la Biblia: Dios "borró...toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia,hasta animal  moviente  y hasta  criatira  volátil  de  los cielos,  y  fueron borrados de sobre la  tierra; y solo Noé y los que con  él estaban en el arca siguieron sobreviviendo." (Gn 7;23) 

El que este  relato del Diluvio conservado  en Génesis no es  un mito lo indica el hecho de que el  Dios Todoporeroso más tarde hace referencia a su promesa sobre las aguas del Diluvio.  Por medio de su profeta Isaías da garantías a su pueblo, diciendo: "Tal como he jurado que las aguas de Noé no pasarán más sobre la tierra,  así he jurado que ciertamente no me indignaré contigo ni te reprenderé" (Isa.54;9) (Gén.8;21) Esta declaración con juramento  no tendría  valor si  el Diluvio  no hubiera  sucedido en realidad. 

Hay confirmación adicional del diluvio del  día de Noé en las Escrituras Griegas  Cristianas.  El  apóstol Pedro  en varias  ocasiones habló  del suceso,  y  una  vez  explicó  que Dios  "guardó  en  seguridad  a  Noé, predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente  impía." (2 Ped.2;5,3:5,6,1 Ped.3;20) El apóstol Pablo  también  confirmó  el  relato   del  Diluvio,  diciendo  que  Noé "construyó un arca para la salvación de su casa."-(Heb.11;7).

Confirmación   definida   también    proviene   de   Jesucristo   mismo. Diferenciándose de  ciertos críticos de  hoy en día, Jesús  aceptó estos sucesos como  históricos, y el  acontecimiento del Diluvio como  un hecho verdadero.  

El habló de "los días de Noé" y se refirió al Diluvio como un ejemplo de lo que sucedería  al tiempo de su segunda presencia  y de "la conclusión del  sistema   de  cosas."(Mat.24;3,37-39;  Luc.17;26,27)   ¡Que  fuerte confirmación de que un diluvio de veras destruyó a un mundo de humanidad inicua!  ¡Ciertamente  Jesucristo no  creyó en un  mito ni  lo propagó!. Sin embargo, hay  otra confirmación del Diluvio.   Dice un sobresaliente diccionario bíblico  en francés: "Pero  hay otras pruebas de  este hecho, que providencialmente se  sacaron a relucir cuando  la narración bíblica estaba bajo  el más  fuerte ataque.   ...Existen muchas  tradiciones del diluvio fuera de Génesis." 

EPOPEYA DE GILGAMÉS 

La mejor  conocida y más notable  de estas tradiciones es  la Epopeya de Gilgamés, de  la cual se dice  que es de origen  babilónico antiguo.Este relato escrito, fechado  aproximadamente en 2000-1700 a. de  la E.C., se descubrió, junto con  millares de otras tablillas de barro,  en el sitio de la antigua Nínive.  El  descubimiento aconteció a mediados del siglo diecinueve  durante excavaciones  del palacio  del rey  Asurbanipal, que reinó en el  siglo séptimo a. de  la E.C Sin embargo, no  fue sino hasta 1872  que el  orientalista británico  Jorgre  Smith, que  se ocupaba  en estudiar y clasificar estos hallazgos,  identificó el relato del Diluvio que tiene una semejanza muy notable con el de la Biblia. 

Tanto la Epopeya  de Gilgamés como la Biblia declaran  que el Diluvio se planeó divinamente.  Ambas conectan el  Diluvio con defección en la raza humana.  Ambos explican que el arca o barco se construyó por instrucción divina para  conservar la  vida; ambos hablan  acerca de  enviar pájaros para determinar  la disminución de  las aguas; ambos describen  actos de adoración  después  de  la  liberación, y  hay  otras  semejanzas.   Sin embargo,  también  hay diferencias  importantes  y  dignas de  atención. Diferente del relato bíblico, la Epopeya de Gilgamés refleja la creencia babilónica en un panteón de  deidades celosas, agresivas, altercadoras y autoacusadoras.   Estas  se  agachan temerosas  "como  perros"  mientras prosigue el  cataclismo, y niegan ser  responsables de éste una  vez que termina.   También,  después  del  Diluvio,  cuando  los  sobrevivientes ofrecen un  sacrificio, la Epopeya de  Gilgamés dice que los  dioses "se apiñaron   como   moscas   en   torno   del   sacrificador,"   esperando hambrientamente el alimento del sacrificio. 

La historia  bíblica sencilla  y franca  se eleva muy  por encima  de la versión babilónica.  Es  absurdo afirmar, como algunos lo  hacen, que se derivó del relato babilónico degradado.  Más bien, la Biblia contiene el informe  presencial, que  evidentemente cmpiló  Moisés de  dos documentos escritos llamados  en la Biblia "la  historia de Noé" y  "la historia de los hijos de  Noé: Sem, Cam  y Jafet." (Gn 6;9)  (Gn 10;1).  Se  cree que estos  estos  documentos  fueron  escritos por  los  sobrevivientes  del Diluvio, Noé y  sus hijos, o que  por lo menos ellos los  tuvieron en su posesión. 

Así,  Unger's Bible  Dictionary  coloca los  asuntos  en la  perspectiva apropiada cuando dice  del diluvio del día de Noé:  "El recuerdo de este gran suceso persistió en la  tradición.  Los babilonios lo recibieron en una  forma completamente  corrompida y  deformada.  Génesis  lo describe como aconteció en realidad." 

TRADICIONES ESPARCIDAS DEL DILUVIO 

Si  de veras  hubo un  diluvio  que destruyó  un mundo  de la  humanidad inicial, se  esperaría que  los relatos  de éste  estuviesen conservados entre las razas extensas de  la humanidad, todas las cuales descendieron de los pocos sobrevivientes.  ¡Y  así sucede!.  No solo hay confirmación escrita antigua, como en la Epopeya  de Gilgamés, sino que hasta tiempos recientes hay tradiciones  entre los pueblos de todo el  mundo acerca de un diluvio universal en el lejano pasado. 

The Biblical Archaeologist Reader (1961) redactado por G. Ernesto Wright y David Noel Freedman, hace notar en  las páginas 32 y 33: "En realidad, tal  relato  se encuentra  en  cien  formas  que  varían en  países  tan lejanamente separados como Grecia, Mesopotamia, India, Malaya, Polinesia y el hemisferio  occidental... donde se  difunde desde Tierra  del Fuego (islas cerca  de la  punta meridional  de la América  del sur)  hasta el círculo ártico...   Común en la  mayoría de ellas  es el recuerdo  de un gran diluvio  que en  el pasado  antiguo cubrió toda  la Tierra,  o gran parte  de ella,  y en  el  cual todos  salvo unos  cuantos escogidos  se ahogaron.  Estos pocos, se puede añadir,  por lo general escaparon en un barco o refugiándose en una montaña alta o en un árbol." 

También, en la segunda mitad del siglo pasado, el famoso geólogo escocés Hugo Miller dijo en su libro  The Testimony of the Rocks, Página 284:Sin embargo,hay una  tradición especial  que parece estar  más profundamente grabada y  más extensamente esparcida  que cualquiera de las  otras.  La destrucción  de casi  toda la  raza humana,  en una  era temprana  de la historia del mundo, por un gran diluvio, parece haber impresionado tanto la mente de los pocos sobrevivientes,  y parece haber sido transmitida a sus  hijos,  en consecuencia,  con  impresión  tan aterradora,  que  sus descendientes  remotos  del  día  actual todavía  no  la  han  olvidado. Aparece en  casi toda  mitología, y  vive en los  países más  lejanos, y entre las tribus más bárbaras". 

Es verdad que las tradiciones del Diluvio de todos estos pueblos remotos no son idénticas en detalles en  todas partes.  Pero esto solo habría de esperarse, como hace notar el profesor Enrique Luken: "De hecho, no hay pueblo en la Tierra que, si ha conservado el mínimo vestigio del pasado, no haya preservado el recuerdo  del diluvio.  Es ciertamente natural que la tradición primitiva no se transmitiera entera; asumió diversas formas míticas y adoptó matices especiales para cada nación, pero la esencia de esta tradición permaneció igual en todas partes." 

Aunque  deformadas por  relatarse a  través de  las generaciones,  estas tradiciones  tienen  paralelos notables  con  el  relato escrito  de  la Biblia en  tres puntos  básicos: (1)  una destrucción  universal mediante agua; (2)  un lugar en  el cual  sobrevivieron unas cuantas  personas, y (3)  la  preservación   de  un  grupito  de   humanos.   También,  estas tradiciones  con  frecuencia  incluyen,   como  razones  del  Diluvio,la personalidad del hombre y la cólera  de Dios.  Y, también, el pasado que sobrevivió  al Diluvio  con  frecuencia  lo hizo  en  un barco  cerrado, acompañado de  su familia,  y de  animales.  En  Gales e  Inglaterra una tradición dice que un  antepasado escapó en una nave con  un macho y una hembra de cada animal, y poblaron la Gran Bretaña. 

El  pueblo  maorí  nativo  de  Nueva Zelanda  tiene  una  tradición  del Diluvio notablemente semejante  al relato de la Biblia.   El folleto The Family of  the Maorí(1966),  después de  presentar evidencia  que indica que  los  Maoríes   vinieron  de  algún  lugar  en   Asia,  hace  notar: "Considerando la teoría  de los Maoríes del origen de  la raza polinesia, no sorprende el  que hayan tenido la  leyenda de un gran  diluvio en su mitología religiosa.  Es  tan semejante al relato de Noé  que no necesita elaboración aquí." 

Sin  embargo,  muchos  críticos  modernos niegan  que  estas  esparcidas tradiciones  del Diluvio  sirvan  de evidencia  confirmadora del  relato bíblico.  Alegan que estas son simplemente fábulas del diluvios locales. 

Sin embargo, en conexión con esto note los comentarios de Alano O.  Klly y Francisco Dachille en su libro Target; Earth (1953): En la experiencia común del hombre  los diluvios no son  de tan grande o  de tan esparcido acaecimiento que produjeran un  relato de diluvio abrumador, enteramente exterminador...¿Por  qué entonces  casi todas  las razas  de los  hombres tienen esta  leyenda de un gran  diluvio?  ¿Por qué personas  que vivían lejos del océano  en una región montañosa seca como  el México central o Asia  central  tienen una  leyenda  de  un  diluvio?...  Si  el  diluvio universal no hubiera  sido una realidad, entonces  algunas razas habrían dicho  que sus  antepasados  inicuos fueron  eliminados por  aterradoras erupciones  volcánicas, grandes  ventiscas,  sequía, animales  salvajes, gigantes  o demonios.   De  modo  que la  universalidad  del relato  del diluvio es uno de los mejores argumentos de su veracidad." 

No satisface el aseverar que  estas tradiciones esparcidas de un diluvio global no confirman el relato de  la Biblia.  Si no hubiera tradiciones, usted puede  estar seguro de  que los críticos  usarían la falta  de tal evidencia  circunstancial como  una objeción  seria a  la veracidad  del relato bíblico.  Como  están las cosas,la afirmación de  que todas estas tradiciones tienen su  base en diluvios locales simplemente  no está en armonía  con la  evidencia.   The Biblical  Archaeologis  Reader, en  la página 33, dice lo siguiente: 

Aunque algunos de los relatos  sin duda son exageraciones de catástrofes locales... es  difícil creer  que una  coincidencia de  esbozamiento tan notable como  la que existe  entre tantos de estos  relatos extensamente separados  pueda  explicarse  de  esta manera.   Es  difícil  evitar  la conclusión de  que muchos de ellos  son recuerdos de un  suceso común, o por lo menos se difunden de una tradición común. 

El argüir  que las semejanzas  asombrosas en las  tradiciones esparcidas del Diluvio simplemente  son coincidencia revela un  obstinado rehusar a aceptat  la conclusión  obvia.   Pues, como  indicó Francisco  Lénormant, profesor de  arqueología asociado  con la Biblioteca  Nacional Francesa: "Sería  totalmente contrario  a  la probabilidad  y a  las  leyes de  la crítica sana admitir que los fenómenos locales exactamente semejantes en naturaleza pudieran haberse reproducido  en tantos puntos diferentes del globo  terráqueo   como  uno   solo  para  explicar   estas  tradiciones universales,  o que  estas  tradiciones siempre  hubieran asumido  formas idënticas,  combinadas  con  circunstancias  que no  tenían  que  haberse sugerido a la mente con relación a esto."

Tomando en  cuenta la evidencia,  solo el prejuicio extremado  contra la Biblia  podría  ser  responsable  de  que una  persona  negara  que  las tradiciones  esparcidas  del  Diluvio   son  una  poderosa  verificación confirmadodora del relato que da la Biblia del diluvio de Noé. 

De modo que  debemos tomar en serio el relato  bíblico del Diluvio.  Nos debe servir de advertencia.  Jesucristo  dijo: "Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre." (Mt 24;37). 

¿Qué sucedió  en los  días de  Noé?  La mayoría  de la  humanidad rehusó prestar  atención a  La advertencia  de Dios  por medio  de Noé.   Jesús dijo:"Porque  así  como  en  aquellos días  antes  del  diluvio  estaban comiendo  y bebiendo,  los hombres  casándose y  las mujeres  dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino  el diluvio y los  barrió a todos, así  será la presencia del Hijo del hombre." (Mt 24;38-39). 

Jesús dijo que el ejemplo del  día de Noé debe servirnos de advertencia. Ahora  vivimos en  el tiempo  que él  llamo "la  presencia del  Hijo del hombre." El  inspirado apóstol Pedro  habló del "mundo de  aquel tiempo" que sufrió  destrucción cuando fue inundado  con agua, y luego  dijo de este tiempo: "Pero por la misma  palabra los cielos y la tierra actuales están guardados para  fuego y quedan reservados para el  día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos." (2Pe 3;7) 

Por eso,  preste atención a  la advertencia  de Cristo.  Siga  el ejemplo sabio de Noé de obedecer a Dios.   Al proceder así quizás sobreviva a la venidera  destrucción  del presente  sistema  de  cosas inicuo,  y  siga viviendo en el prometido nuevo sistema justo de Dios. (2Pe 3;13).   (¡Despertad!)

Análisis: 

En efecto, existen varias  recensiones  babilónicas del  relato de  un misterioso diluvio ocurrido en Mesopotamia:  La de Beroso, la de Nippur, la de  Nínive, el fracmento Hilprecht  y el poema del  Gilgamés.  La más interesante  es la  que  aparece  en la  tabla  undécima  del poema  del Gilgamés.  Entre  este relato  y el bíblico  acerca del  diluvio, existen claras  semejanzas,  y la  redacción  del  primero  es muy  anterior  al segundo.  Es correcto preguntarse  ¿No  habrá, pues, una  dependencia literaria directa  entre el relato bíblico y el babilónico?  No se puede probar que haya dependencia literaria directa del relato bíblico respecto  del babilónico,  sino más, bien  dos versiones  que se hacen eco de una fuente sustancialmente común.  Nos hallamos, pues, ante dos tradiciones populares de un mismo  hecho, famoso en la antigüedad.  El hecho primitivo sustancial  (una catástrofe diluvial de la  que se salvó una familia predilecta  de la divinidad) fue conservado  en la tradición oral o escrita, revistiéndolo  de concepciones religiosas en conformidad con  su  ambiente  histórico.   Así en  Mesopotamia,  el  hecho  aparece enmarcado  en  concepciones  politeistas, mientras que  en  la  tradición hebraica,  esencialmente  monoteísta,  este  hecho  aparece  narrado  en conformidad   con   las   exigencias    monoteístas   de   la   religión hebraica. 




Otras preguntas que surgen: ¿Cómo puede  ser  que Noé  construyera una  nave de  las proporciones  de  un  transatlántico   moderno,  jamás  logrado  por  la ingeniería naval hasta  el siglo XIX, según Gn 6;15)?.  Y, por otra  parte, el relato se sitúa  en plena  prehistoria, cuando  aún no  se conocía  el uso  de los metales, ¿cómo  hacer una nave  tan grande sin  instrumentos metálicos?. Mas medidas del arca de Noé s/  Gn 6;15 eran: 300 codos de largo....=150 m .  50  codos de ancho....=25 m.   30 codos de alta....=15  m.  ( codo= 0,5 m.  ). Las respuestas a estas preguntas son que el  autor sagrado narra estos  hechos con la mayor  naturalidad, sin parar mientes en  los problemas que había que  resolver.  El hagiógrafo, como en otros relatos, traslada modos de  vida de su tiempo a las edades prehistóricas.   El   sentido  de  precisión  histórica   no  suele  ser característica de los escritores antiguos. 

Los capítulos  de la  biblia en los  que se  narra el diluvio,  carecen   de  unidad  literaria,   aparte  de  una   serie  de contradicciones: En  efecto, hay hechos  narrados dos veces:  (Gn 6;5) (Gn 6;12)(Gn  6;17) (Gn  7;4) (Gn 6;18-20) (Gn7;1-3) (Gn  7;7-9) (Gn  7;13-16) (Gn 7;21) (Gn  7;22) (Gn 7;17) (Gn  7;18) (Gn  8;21-22) (Gn  9;9-11).  Y  existen claras divergencias en: (Gn  6;19-20) (Gn 7;2-3) (Gn 7;4,12,17) (Gn 8;6) (Gn 7;11,24) (Gn 8;7) (Gn 8;13) (Gn 8;2-3).  Por otra parte es imposible seguir la duración  exacta del diluvio.  Además,  ¿cómo puede ser que  (Gn 8;4) diga que el  día 27 del séptimo  mes se asentara el arca  sobre el monte Ararat, que  tiene 5,156 m. y  que en (Gn  8;5), el día primero  del mes décimo, aparecieran las cumbres de los montes (Everest: 8.882 m.)?.  La respuesta es que en  las narraciones  de  los  primeros  capítulos del  Génesis  hay diversidad  de documentos  o fuentes  que han  sido yuxtapuestos  por el compilador inspirado.  En esta narración bíblica del diluvio encontramos claros  indicios  de   que  el  autor  sagrado   trabaja  con elementos heteregéneos  narrativos,  que  entremezcla  y  yuxtapone  sin  mayores escrúpulos críticos.  Esto era común en los escritores de la antigüedad. Además  no se  preocupaban de  limar las  pequeñas contradicciones  entre ellos, pues no  daban importancia a los detalles sino  que se atenían al sentido  general de  la narración  sobre la  cuestión principal  que les interesaba.  Por eso transcriben los documentos tal como los encontraron en la tradición oral o escrita.   Además arguye diversidad de fuentes el que en unos textos aparece el  nombre de Yahvé -(Gn 6;5-8) (7;1-5) (7;16 b,17) (8;20,21)- mientras que en otros  aparece el de Elohim (Gn 6;9-22) (8;1-15) (9;1-17). Por otra parte, En la Biblia se mencionan ciertos pueblos primitivos como los zuzim, los  emmim y  los  enaquim, que  no aparecen  entre  la descendencia  de Noé-(Gn  14;5 )  (Dt 2;10)  (Nm 24;21)-  lo que  parece indicar  que los autores sagrados suponen  la existencia de gentes que  no descienden de Noé; luego no fueron anegados por el diluvio. 

Finalmente en Gn 10 los pueblos descendientes de Noé que construyen la tabla del capítulo del  génesis son los pueblos  de raza negra y  blanca.  Nada se dice de componentes de otras razas.  Y es que el área geográfica a la que se extiende  su descripción  podemos  decir  que se  limita  a  los que  se denomina Oriente próximo. Todo lo  demás del orbe  era desconocido  del autor sagrado, igual que  los pueblos que habitan estas  tierras.  Esto prueba que los conocimientos geográficos del autor sagrado eran limitados, como los de sus coetáneos. (Véase BAC Biblia comentada I, pág 138 ).