sábado, 6 de diciembre de 2014

¿Qué enseña realmente la Biblia? CAPÍTULO 4 ¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

¿Qué enseña realmente la Biblia? CAPÍTULO 4 ¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

Siguiendo con el análisis de los diversos capítulos que componen el actual libro guía de los Testigos de Jehová, “¿Qué enseña realmente la Biblia?, abordamos ahora el capítulo 4 que lleva por título: ¿Quién es Jesucristo?
S/TJ:

En el mundo hay muchas personas famosas. Algunas son muy conocidas en su propia comunidad, ciudad o nación, y otras en el mundo entero. Pero el hecho de que usted sepa el nombre de alguien famoso no significa que conozca a esa persona, es decir, que esté enterado de los detalles de su pasado o de cómo es en realidad.

Aunque ya han pasado unos dos mil años desde que Jesucristo vivió en la Tierra, en todo el mundo se habla de él. Sin embargo, existe mucha confusión sobre quién fue en realidad. Algunos dicen que fue tan solo un hombre bueno. Otros piensan que no fue más que un profeta. Y hay quienes creen que Jesús es Dios y debemos adorarlo. ¿Será esto cierto?

Es importante que usted sepa la verdad sobre Jesús. ¿Por qué? Porque la Biblia dice: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Jn 17;3). En efecto, conocer la verdad sobre Jehová Dios y sobre Jesucristo puede llevarle a vivir para siempre en un paraíso terrestre (Juan 14:6). Además, Jesús dio el mejor ejemplo de cómo se debe vivir y tratar al prójimo (Juan 13: 34, 35). En el primer capítulo de este libro vimos cuál es la verdad acerca de Dios. Veamos ahora lo que enseña la Biblia acerca de Jesucristo. (¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Para empezar, podemos decir que no hay ningún versículo en la Biblia que apoye directamente lo que los TJ aseguran con sus palabras, o sea, que “conocer la verdad sobre Dios y sobre Jesucristo nos puede llevar a vivir para siempre en un paraíso terrestre”. De una manera indirecta y errando en las interpretaciones podemos llegar a ésta o a la interpretación que se quiera. El propio versículo que presentan los TJ para apoyar esta doctrina, (Jn 14;6) no tiene ni siquiera nada que ver con la misma, ni directa ni indirectamente.

s/TJ:

Mucho antes de que Jesús naciera, la Biblia predijo la llegada del enviado de Dios, el llamado Mesías o Cristo. Los títulos Mesías (derivado de una palabra hebrea) y Cristo (derivado de una palabra griega) significan “Ungido”. De modo que el enviado prometido sería ungido, es decir, nombrado por Dios para ocupar una posición especial. En otros capítulos de este libro veremos con más detalle que el Mesías tiene un  importantísimo papel en el cumplimiento de las promesas divinas. También veremos que Jesús puede bendecirnos incluso hoy en día. Seguramente, ya antes de que Jesús naciera, muchas personas se preguntaban: “¿Quién será el Mesías?”.

En el siglo primero de nuestra era, los discípulos de Jesús de Nazaret estaban totalmente convencidos de que él era el Mesías predicho (Juan 1:41). Uno de ellos, Simón Pedro, le dijo sin rodeos: “Tú eres el Cristo” (Mateo 16:16). Ahora bien, ¿por qué estaban tan seguros aquellos discípulos de que Jesús era en verdad el Mesías prometido? ¿Y por qué podemos estar seguros nosotros?

 Los profetas de Dios que vivieron antes que Jesús predijeron muchos detalles que ayudarían a identificar al Mesías. Por poner una comparación: suponga que usted tuviera que ir a buscar a un desconocido a una concurrida estación de autobuses o de trenes, o a un aeropuerto. ¿Verdad que le vendría bien conocer algunas características de la persona? Pues bien, mediante los profetas bíblicos, Jehová dio una descripción bastante detallada de lo que haría el Mesías y de las cosas que le sucederían. De este modo, las personas fieles podrían reconocerlo sin ninguna duda cuando vieran cumplirse todas esas profecías.

 Veamos un par de ejemplos. El primero es el siguiente: más de setecientos años antes de que ocurriera, el profeta Miqueas predijo que el enviado prometido nacería en Belén, un pequeño pueblo de la tierra de Judá (Miqueas 5:2). Pues bien, ¿dónde nació Jesús? Justo en ese lugar (Mateo 2:1, 3-9). El segundo ejemplo es la profecía de Daniel 9:25, que con muchos siglos de antelación permitía calcular el año exacto en que se presentaría el Mesías: el año 29 de nuestra era.  El cumplimiento de estas y otras profecías demuestra que Jesús era el Mesías prometido.(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

La profecía de Daniel 9;25 está mal calculada por los TJ porque para fijar el año “exacto” en que se presentaría el Mesías, parten de una fecha que no coincide con la más generalizada para el primer año de Artajerjes. Los TJ tradicionalmente parten del año 474 aC para efectuar sus cálculos, pero los libros de historia de ahora y de hace más de un siglo, como “Lecciones elementales de Historia Universal” editado en 1877 y que tengo en mi biblioteca, fijan el año 465 aC para el primer año de Artajerjes.

Los TJ tienen que darse cuenta que para dar por buena la interpretación de una profecía no pueden basarse en fechas que no corresponden a las que reconocen o consideran como más probable la comunidad de historiadores internacional a lo largo de los años. En este caso, esta fecha es la de 465 aC. ¿Por qué los TJ no parten de esta fecha para sus cálculos en vez de aceptar la de 474 aC que, según ellos mismos reconocen, sólo concuerdan con la misma ”varios” historiadores? (¿Qué enseña realmente la Biblia?, pág 198) La respuesta parece obvia. Porque los TJ fijan previamente la fecha que les interesa para hacer buena su doctrina, y a partir de esta fecha construyen el entramado cronológico que les interesa.

Ocurre lo mismo con el famoso año 1914. En vez de partir para sus cálculos del año 586 aC como el año en el que fue destruida Jerusalén, que es el aceptado prácticamente por el 100% de los historiadores, parten del año 607 aC, del que los TJ no facilitan una relación de algunos de los historiadores que lo avalan. El procedimiento es el mismo. A los TJ les interesa conducir la correspondiente profecía hasta su conclusión en 1914 y para ello construyen, como en la anterior profecía, el entramado cronológico que se lo permita.

s/TJ:

A finales del año 29 se demostró aún más claramente que Jesús era el Mesías. Fue entonces cuando él le pidió a Juan el Bautista que lo bautizara en el río Jordán. Jehová había prometido a Juan que le daría una señal para que pudiera reconocer al Mesías, y se la dio en el bautismo de Jesús. La Biblia relata: “Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron, y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: ‘Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado’” (Mateo 3:16, 17). Cuando Juan vio y escuchó aquello, no tuvo ninguna duda de que Jesús era el enviado de Dios (Juan 1:32-34). Aquel día, cuando el espíritu santo —es decir, la fuerza activa de Dios— se derramó sobre él, Jesús llegó a ser el Mesías, o Cristo, la persona elegida para ser Caudillo y Rey (Isaías 55:4).

Las profecías bíblicas que se han cumplido y el testimonio que Jehová mismo dio prueban claramente que Jesús era el Mesías prometido.(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Jesús nació en el año 6 aC como más probable. Teniendo en cuenta que vivía Herodes (Mt 2;1 y ss) (Lc 1;5), que éste falleció el año 4 aC, según la mayoría de historiadores, y que anteriormente hubo el episodio del sacrificio de los inocentes de Belén de dos años para abajo (Mt 2;16). (Bajo la etiqueta “Jesucristo se hizo carne”, se analiza más ampliamente este tema: “Fecha del nacimiento de Jesucristo”)

Por otra parte, según se cuenten los años del imperio de Tiberio, y según se considere el tiempo que transcurre entre el momento que fija (Lc 3;1) cuando se refiere al año décimoquinto de Tiberio, Jesús podría haber sido bautizado entre el 26 y el 29, lo que fijaría la edad de Jesús entre los 31 y 34 años (Lucas dice en 3;23, que Jesús “tenía unos treinta años”. Los datos que se conocen no permiten fijar el año “exacto” del bautismo de Jesús. Y ya hemos visto anteriormente, que (Dan 9;25) si se aplican las fechas correctamente, no nos ayuda en este cometido.

s/TJ:

Pero la Biblia contesta otras dos preguntas importantes sobre Jesucristo: de dónde vino y qué clase de persona fue.
¿DE DÓNDE VINO JESÚS?
La Biblia enseña que Jesús vivió en el cielo antes de venir a la Tierra. Por ejemplo, además de predecir que el  Mesías nacería en Belén, el profeta Miqueas indicó que su origen tuvo lugar en “tiempos tempranos” (Miqueas 5:2). De hecho, el propio Jesús dijo en muchas ocasiones que antes de nacer como hombre había vivido en el cielo (Juan 3:13; 6:38, 62; 17:4, 5). Allí era una criatura espiritual que disfrutaba de una relación especial con Jehová.(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

O sea, primero tenemos una criatura espiritual que los TJ reconocen como el arcángel Miguel  (Aunque los TJ no nos lo expliquen en el libro que estamos analizando). Dios transfiere su fuerza de vida (la de Miguel) al óvulo de María, la virgen judía. Miguel desaparece del cielo, y nace como un humano de María (“El propósito eterno…”, pág 137) que recibirá el nombre de Jesús. Así, pues Miguel, espíritu en el cielo, se convierte en Jesús, humano en la tierra. No hay mezcla alguna. Los TJ, nos dirán en otra parte que Jesús fue "totalmente humano desde su nacimiento hasta su muerte” (Jn 1;14)(Hb 2;9)(Sl 8;4,5) ("La Atalaya" de 15.1.92, pág 21). Dejémoslo ahí.

s/TJ:

Por muchas razones, Jesús es el hijo más querido de Jehová. La Biblia lo llama “el primogénito de toda la creación”, pues él fue lo primero que Dios creó (Colosenses 1:15).(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)
Análisis:

Yo creo que más propiamente, los TJ tendrían que hablar de Miguel y no de Jesús en este tema, o bien del Hijo. Esto por una parte. Por otra, los TJ dan por sentado que Miguel, el Hijo de su amor, es la primera cosa que Dios creo aunque no aportan ningún apoyo bíblico. Por eso, porque lo dan por sentado, entienden que la Biblia en (Col 1;15) diga que es el “primogénito” de toda la creación con la interpretación de que es la primera cosa creada. Y los TJ cierran el círculo. Pero lo cierran en falso, porque en ninguna parte de la Biblia, repito, se dice textualmente, o de manera clara, que el Padre creó al Hijo, por lo que “primogénito” puede tener –como de hecho tiene- otra interpretación que sea compatible con otros aspectos del propio Hijo de Dios. 

s/TJ:

Otra cosa que lo hace especial es el hecho de ser el “Hijo unigénito” (Juan 3:16). Esto significa que es el único a quien Dios creó directamente. (¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

No se sabe en qué se basan, pero los TJ  han llegado a la conclusión de que ser hijo unigénito quiere decir ser creado directamente por Dios. Es una definición que no encontrarán Vds. en ninguna parte, pero los TJ la aplican al Hijo y la difunden a todo el mundo. Así, pues, a la errónea interpretación de la palabra “primogénito” que hemos visto en el punto anterior, le suman ahora la de “unigénito” convirtiendo al Hijo en un ser creado directamente por Dios, o sea, sin la ayuda de nadie. Es una definición totalmente errónea que no tiene el mínimo apoyo bíblico.

s/TJ:

También es el único que colaboró con Jehová en la creación de todas las demás cosas (Colosenses 1:16).(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Este punto de la Biblia, (Col 1;16), no dice que el Hijo “colaboró  con Jehová en la creación de todas las demás cosas” (NM), dice más bien que “por él todas las cosas fueron creadas”. Si se quiere entender, como hacen los TJ, que el Hijo colaboró con Jehová en la creación, quiere decir que el Hijo, como un ser creado y por lo tanto aparte de Jehová, intervino en la creación. Entonces, los TJ tendrán que contestar, pero muy claro, a la pregunta que lanza el propio Jehová: “Yo, Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos yo solo, tendiendo la tierra ¿Quién estuvo conmigo?”  (Is 44;24)(NM) “Quién me ayudó” (se pregunta en el mismo sentido la versión NC)

Para rematar este versículo, (Col 1;16), hemos de decir que los TJ añaden la expresión “demás”, manipulando el Texto Sagrado, porque, lógicamente, se ven atrapados en su errónea interpretación de la personalidad de Jesucristo que les obliga a modificar el contenido de este y tantos otros versículos de la Biblia.

En efecto, al considerar al Hijo una creación de Dios, entra en el rango de cosas creadas, y por lo tanto, los TJ creen que la colaboración del Hijo en este sentido, sólo podía serlo sobre las “demás cosas”, no sobre “todas las cosas”, porque él, como la primera cosa, ya estaba creado.  Lo dicho. Si el Hijo, o sea el Verbo, la Palabra, no es una creación de Dios sino que es el propio Dios, entonces no es que colabore con Dios sino que es el propio Dios el que está creando y además creando “todas las cosas” no “todas las demás cosas”. Las Sagradas Escrituras son exactas y todo su contenido se puede interpretar correctamente sin necesidad de manipular nada. Sólo falta tener buena voluntad y FE.

s/TJ:

Además, se le llama “la Palabra” (Juan 1:14). Este título muestra que era el encargado de hablar en nombre de su Padre. Seguramente daba mensajes e instrucciones a los demás hijos de Dios, tanto a ángeles como a seres humanos.(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

En el  relato de la  creación la  palabra de Dios crea.  Dios dijo: “sea la luz”; y fue la  luz.  (Gn 1;3).  Por la palabra de Dios, fueron hechos  los cielos... porque él dijo, y fue hecho (Sl 33;6,9).  Envió su  palabra, y los sanó (Sl 107;20). La palabra  de Dios  hace lo  que él  quiere (Is  55;11).  Y es que la Palabra como podemos leer en (Jn 1;1) es Dios. Se puede por tanto entender, en este sentido, que el Hijo, como Dios, como la Palabra de Dios, no como un colaborador externo, sino como consustancial el propio Dios, intervino en la creación. Lo vemos desde el principio del Génesis.  Por lo tanto, la creación es obra del único Dios, nadie colaboró con Él ni estuvo con Él, nadie le ayudó.

Es casi de risa la interpretación antropomórfica de la Palabra que hacen los TJ que pintan al Hijo, como un mensajero, casi como un correveidile pasando instrucciones divinas.

s/TJ:
  
¿Es el Hijo primogénito igual a Dios, como algunos creen? Eso no es lo que la Biblia enseña. Como vimos en el párrafo anterior, el Hijo fue creado. Por lo tanto, es obvio que tuvo un principio, mientras que Jehová no tiene ni principio ni fin (Salmo 90:2). (¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Ya he dicho en el punto anterior, que el Hijo, la Palabra, era Dios. Lo enseña la Biblia en (Jn 1;1) y en otros muchos puntos (que se pueden encontrar en otros temas de esta web destinados a ello) y todo lo relacionado con (Col 1;15) quedaba aclarado en la Biblia. Creer lo contrario, o sea, que el Hijo era una creación de Dios no nos llevaba a buen fin, sino a la manipulación de la Sagrada Palabra.

Dicen los TJ “como vimos en el párrafo anterior”. En el párrafo anterior no hemos visto nada, si acaso que la interpretación de la creación del Hijo no responde a lo que dice la Biblia porque nos obliga a echar mano de la manipulación y el engaño. Y además esta interpretación no se explica de donde sale, sino que se da por aceptada previamente. Falta que los TJ muestren abiertamente  antes de cualquier interpretación, dónde en la Biblia dice que Dios creó a su Hijo.

s/TJ:

Al Hijo unigénito ni siquiera se le ocurrió tratar de igualarse a su Padre. La Biblia enseña claramente que el Padre es mayor que el Hijo (Juan 14:28;1 Corintios 11:3). Solo Jehová es el “Dios  Todopoderoso” (Génesis 17:1). Por consiguiente, no tiene igual.(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

¿Cómo que ni siquiera se le ocurrió?: “Yo y el Padre somos uno” (NM) o “una cosa” (CV) o “una sola cosa” (NC) (Jn 10;30) “El Padre está en mí y yo en el Padre” (NC)(CV)(Jn 10;38) ¿no es acaso igualarse a Dios, no es ponerse a su mismo nivel? Los judíos lo entendieron perfectamente ya que a continuación quisieron apedrearlo: “Por ninguna obra buena te apedreamos, sino por la blasfemia, porque tú, siendo hombre, te haces Dios”
Los TJ no pueden explicar estos versículos sino es manipulándolos.

Sin embargo, sí que podemos entender que Jesús (como Verbo encarnado) ya que Juan no disocia estas dos realidades, se proclame inferior al Padre (Jn 14;28) no por su naturaleza divina, sino por su naturaleza humana, cuando dice que “el Padre es mayor que yo”. Es lo que era. Ahora dice que va al Padre y de nuevo su gloria será completa (Jn 17;5)

s/TJ:

Jehová y su Hijo primogénito disfrutaron de una relación muy estrecha durante millones y millones de años, mucho antes de la creación de las estrellas y la Tierra. ¡Qué gran amor deben de haberse tenido! (Juan 3:35; 14:31.) Este Hijo querido era tal como su Padre. Por esa razón, la Biblia dice que él es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). En efecto, igual que los hijos suelen parecerse a sus padres de muchas maneras, este Hijo celestial de Dios también reflejaba las cualidades y la personalidad de su Padre.(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

“El Hijo es la imagen del Dios invisible” (Col1;15)(NM)(NC). “El Hijo es la imagen de su substancia” (NC) “El Hijo… es la representación exacta de su mismo ser” (NM) (Heb 1;3) “Cristo es la imagen de Dios” (NM)(NC) ¿Cómo puede ser una cosa creada imagen de su creador, imagen de la substancia de su creador, representación exacta de su mismo ser, imagen de Dios…? No estamos hablando de banalidades, de que un niño se parece a su padre en los gestos o en las palabras… estamos hablando de imágenes exactas de un ser que es Dios y creador…

s/TJ:

El Hijo unigénito de Jehová dejó voluntariamente el cielo para venir a la Tierra y ser hombre. Pero quizá usted se pregunte: “¿Cómo fue posible que un espíritu naciera como ser humano?”. Pues bien, Jehová realizó un milagro. Hizo que la vida de su Hijo primogénito, que estaba en el cielo, pasara a la matriz de una virgen judía llamada María. Puesto que no intervino ningún padre humano, ella dio a luz un hijo perfecto, al que puso por nombre Jesús (Lucas 1:30-35).¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Ya hemos hablado de este tema.

s/TJ:

¿QUÉ CLASE DE PERSONA FUE JESÚS?
Todo lo que Jesús hizo y dijo mientras estuvo en la Tierra nos ayuda a conocerlo bien. Y, lo que es más, por medio de él podemos conocer mejor a Jehová. ¿De qué manera? Recuerde que este Hijo es la viva imagen de su Padre. Por eso le dijo a uno de sus discípulos: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:9). En los cuatro libros de la Biblia que se conocen como los Evangelios —Mateo, Marcos, Lucas y Juan—, hallamos mucha información sobre la vida, las obras y las cualidades de Jesucristo. (¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Los TJ mienten cuando nos dicen que  en (Jn 14;9) las palabras de Jesús son: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también.” Este “también” sobra. Los TJ lo colocan precisamente para hacer imposible aquellas palabras de Jesucristo que hemos visto más arriba: “El padre y yo somos una sola cosa” (Jn 10;30) (NC) en el sentido de tener la misma naturaleza divina. Los TJ se empeñan en que el Padre y el Hijo son dos personas diferentes, de distinta naturaleza creador el uno y creado el otro. Pero la Sagrada Escritura no les apoya y por esto han de manipular el texto.

s/TJ:

 A Jesús se le llamaba “Maestro” (Juan 1:38; 13:13). ¿Qué era lo que enseñaba? Principalmente, proclamaba el mensaje de “las buenas nuevas del reino”, es decir, las buenas noticias sobre el Reino de Dios. Este gobierno regirá toda la Tierra desde el cielo y derramará un sinfín de bendiciones sobre los seres humanos que sean fieles a Dios (Mateo 4:23). ¿De quién procedía este mensaje? Jesús mismo lo dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado”, o sea, a Jehová (Juan 7:16). El Hijo sabía que su Padre deseaba que la gente oyera las buenas nuevas del Reino de Dios. En el capítulo 8 veremos más detalles acerca de este gobierno y de lo que logrará.
(¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Pues cuando analicemos el capítulo 8 hablaremos de este Reino de Dios que los TJ han trastocado totalmente, convirtiéndolo no en un Reino,  sino en un gobierno que regirá la Tierra desde el cielo, ya que los TJ se han inventado un destino eterno para la práctica totalidad de la humanidad que se salve después de la muerte, y que se ubicará en esta misma tierra.

s/TJ:

¿Dónde enseñaba Jesús? En cualquier lugar donde hubiera gente: tanto en el campo como en las ciudades, los pueblos, los mercados y las casas. Jesús no se sentaba a esperar a que las personas acudieran a él, sino que iba a buscarlas (Marcos 6:56;Lucas 19:5, 6). ¿Por qué dedicó tanto tiempo y esfuerzo a predicar y enseñar? Porque esa era la voluntad de su Padre, y Jesús siempre la cumplió (Juan 8:28, 29). Pero había otra razón, y era que sentía compasión por las multitudes que iban a verlo (Mateo 9:35, 36). Los líderes religiosos deberían haberles enseñado la verdad sobre Dios y sus propósitos, pero las habían dejado abandonadas. Sin embargo, Jesús sabía cuánto necesitaban escuchar el mensaje del Reino.

Jesús fue un hombre tierno, cariñoso y de gran corazón. Trataba a la gente con sencillez y amabilidad, y hasta los niños se sentían cómodos a su lado (Marcos 10:13-16). No mostraba favoritismo. Odiaba la corrupción y la injusticia (Mateo 21:12, 13). En una época en la que se mostraba poco respeto y consideración a las mujeres, él las trató con dignidad (Juan 4:9, 27). Jesús era humilde de verdad. En cierta ocasión les lavó los pies a los apóstoles, una tarea que solían realizar los criados de menor categoría.

Jesús sentía compasión por las personas que sufrían, como lo demostró especialmente cuando realizó curaciones milagrosas con el poder del espíritu de Dios (Mateo  14:14). Por ejemplo, un leproso lo buscó y le dijo: “Si tan solo quieres, puedes limpiarme”. Jesús sintió en su propio corazón el sufrimiento de aquel hombre. Compadecido, extendió la mano, lo tocó y le dijo: “Quiero. Sé limpio”. ¡Y el enfermo sanó! (Marcos 1:40-42.) ¿Se imagina usted cómo debió sentirse aquella persona?
FIEL HASTA EL FINAL
 Jesús es el mejor ejemplo de obediencia y lealtad a Dios. En toda circunstancia permaneció fiel a su Padre celestial, a pesar de soportar todo tipo de oposición y sufrimientos. Rechazó con firmeza las tentaciones de Satanás (Mateo 4:1-11). Hubo un tiempo en que algunos de sus propios parientes no creyeron en él. Incluso llegaron a decir: “Ha perdido el juicio” (Marcos 3:21). Pero Jesús no se  desanimó y siguió efectuando la obra de Dios. Cuando sus adversarios lo insultaron y agredieron, siempre supo contenerse y no intentó hacerles daño (1 Pedro 2:21-23).

 Jesús fue fiel hasta la muerte, una muerte cruel y dolorosa a manos de sus enemigos (Filipenses 2:8). Piense en lo que soportó el último día de su vida como hombre. Tuvo que aguantar que las autoridades lo arrestaran, que testigos falsos lo acusaran, que jueces corruptos lo condenaran, que la gente se burlara de él y que los soldados lo torturaran. Clavado en el madero, exclamó con su último aliento: “¡Se ha realizado!” (Juan 19:30). Tres días después, su Padre celestial lo resucitó como criatura espiritual (1 Pedro 3:18). Al cabo de pocas semanas regresó al cielo, donde “se sentó a la diestra de Dios” a la espera de recibir el poder para reinar (Hebreos 10:12, 13).

¿Qué logró Jesús al permanecer fiel hasta el final? Su muerte abrió el camino para que podamos vivir eternamente en un paraíso terrestre, tal como Jehová se propuso desde un principio. En el próximo capítulo veremos cómo logra la muerte de Jesús que esta esperanza se haga realidad. (¿Qué enseña... ? CAPÍTULO 4 (PÁG 37 – 46)

Análisis:

Los TJ fijan la edad de 33 y ½ años para Jesucristo cuando murió, enseñando que Jesús nació el 1/10/2 aC y murió el 1/4/33, lo que representa exactamente 33 y ½ años.

Sin embargo, los  estudios más  recientes fijan  la edad  entre 36  y 37  años. (Nació el 7 o  6 antes de nuestra era -no más  tarde- y murió como  más probable el año 30) (Diccionario de la Biblia).  Jesús nació antes  de la  muerte  de Herodes el Grande (Mt 2;1)(Lc 1;5) y  se acepta que éste murió en la primavera del año 750 de la era romana ("ab urbe condita"), es decir, en el año 4 aC. Jesús, tenía seguramente, en este momento, casi dos años.


Si nos atenemos al año 30 como el más probable de su muerte, entonces tendremos que la edad de Jesús al morir era de 36 ó 37 años (2 ó 3 + 4 + 30)

Si, como dicen los TJ, Jesucristo murió en el  año 33 dC, tendría, entonces, unos 38 años.

Los TJ indican que son “algunos cronólogos” los que sostienen que Herodes murió en 4 aC. Sin embargo, cualquier libro de historia del siglo XX y XXI que se consulte indica esta fecha como la más probable. Ante esta actitud de los TJ, es difícil tener en cuenta seriamente sus propuestas.