domingo, 7 de diciembre de 2014

¿Qué enseña realmente la Biblia? CAPÍTULO 03 ¿QUÉ PROPÓSITO TIENE DIOS PARA LA TIERRA?

¿QUÉ PROPÓSITO TIENE DIOS PARA LA TIERRA?

s/TJ:

DIOS tiene un maravilloso propósito para la Tierra: llenarla de personas que sean felices y disfruten de buena salud. La Biblia relata que “Dios plantó un jardín en Edén” y que “hizo crecer [...] todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento”. Después creó a nuestros primeros padres, Adán y Eva, los puso en ese hermoso hogar y les dijo: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla” (Génesis 1:28), Nueva Versión Internacional; (Gé 2:8, 9, 15). Como vemos, su objetivo era que los seres humanos tuvieran hijos, extendieran aquel jardín por toda la Tierra y cuidaran de los animales.

¿Cree usted que algún día se hará realidad el propósito de Jehová de que la gente viva en un paraíso terrestre? Pues bien, él ha prometido: “Lo he hablado; también lo haré” (Isaías 46:9-11; 55:11). En efecto, el Creador cumplirá sin falta todo lo que se ha propuesto. Él mismo señala que no creó la Tierra “sencillamente para nada”, sino “para ser habitada” (Isaías 45:18). ¿Qué clase de personas quería Dios que vivieran en este planeta, y por cuánto  tiempo? La Biblia responde: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29; Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4).

Obviamente, esa promesa aún no se ha cumplido. Los seres humanos se enferman y mueren; es más, luchan y se matan unos a otros. Está claro que las cosas tomaron otro rumbo. Sin lugar a dudas, Jehová nunca quiso que la Tierra estuviera como la vemos hoy. ¿Qué sucedió? ¿Por qué no se ha cumplido el propósito de Dios? Las respuestas no se encuentran en ninguno de los libros de historia que ha escrito el hombre, ya que el problema comenzó en los cielos. (¿Qué enseña realmente la Biblia?", pág 27-28) 

Análisis:

Y es que el ser humano desea una vida más larga y más feliz. Por eso su corta existencia  es objetivo de atención y estudio de médicos, biólogos, gerontólogos e intelectuales de diferentes campos que tratan de encontrar medios que alarguen la vida y, por consiguiente retrasen la vejez y la muerte.

Los Testigos de Jehová, han hecho de este deseo de vivir toda una plataforma de enseñanzas peculiares, de llamadas  a los impulsos naturales del corazón y de expectativas materializadas en lo que vemos y conocemos, para conseguir que sus seguidores vivan una vida dedicada plenamente al servicio de la organización Watch Tower que dirige con todo detalle cada uno de sus pasos.

Uno de sus principales puntos doctrinales enseña que el propósito de Dios al poner al hombre sobre la tierra, fue que éste viviera para siempre sobre ella, convertida en un paraíso, y que a pesar de que el hombre pecó desobedeciendo a su creador, Dios mantiene su propósito original, por lo que ha enviado a su Hijo para “restaurar” todas las cosas, es decir, ofrecer la esperanza de vivir eternamente sobre la tierra y establecer sobre ella un paraíso.

Esta doctrina de los TJ se completa con la indicación de que solo ellos están en posesión de la verdad, conocimiento o camino que lleva a la Vida Eterna. Así, la base principal de esta doctrina, está fundamentada en el relato del Génesis y en especial en las palabras de bendición de Dios al primer hombre y a la primera mujer, cuando les dijo: ‘Procread y multiplicaos y henchid la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre la aves del cielo y sobre los ganados y sobre cuanto vive y se mueve sobre la tierra” (Gn 1;28).

Para los TJ, en estas palabras se resume el mencionado propósito original de Dios, y en ellas establecen diversas premisas: 1ª) que era intención de Jehová el poblar la tierra hasta que estuviera 'llena' con seres humanos perfectos, 2ª) que era intención de Jehová que ellos extendieran por toda la Tierra el Paraíso, con dominio pleno sobre la Tierra y los animales, y 3ª) que era propósito de Jehová que el ser humano viviera para siempre en esa situación, siempre respetando las normas impuestas por Dios, en este caso concreto, no comer de cierto fruto.

En realidad, deducir todo esto de (Gn 1;28) es bastante especulativo, pues no existen palabras concretas de parte de Dios, dirigidas al primer hombre y la primera mujer, que establezcan todo este conjunto de creencias que hemos leído de los párrafos anteriores. No existe una declaración formal de que esas palabras encierren el "propósito original de Dios", y que éste sea el motivo principal por parte de Dios, de haber puesto sobre la Tierra, una forma de vida diferente. Sólo son deducciones especulativas.

Buena prueba de ello, es que las palabras de (Gn 1;28) vuelven a ser repetidas literalmente 1.500 años después a Noé y su familia en (Gn  8;17) y en (Gn 9:1), al decirles, después del diluvio: "Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra," y los testigos nunca señalan ni citan estas últimas palabras para hablar del “propósito original” de Dios.

¿Cambió el propósito original de Dios? Al principio los seres humanos eran perfectos (según los TJ), ahora, después del diluvio, no lo son. Hasta los animales y la naturaleza en general han cambiado (Gn 8;21). Si Dios expresó su propósito original antes que el hombre pecara, ¿qué es lo que expresa ahora cuando repite las misma bendición a personas pecadoras en este segundo comienzo de la vida sobre la tierra? Dios persiste en su objetivo de poblar la tierra, pero ya no se habla ni del paraíso perdido, ni de la perfección asimismo perdida. El reto es ahora cumplir con el objetivo inmediato de Dios de poblar la tierra y esparcirse sobre ella, a pesar de que el hombre asumió su independencia de Dios y éste retiró su favor del ser humano, y dejó en manos del propio hombre, el destino que había escogido.

Se ve, pues, que en las palabras de (Gn 1:28), Dios no estaba expresando el 'propósito original' que tenía para el ser humano, sino el fin inmediato a conseguir en ese momento: poblar la tierra. Ese fin inmediato era el mismo, cuando la mayoría de los seres humanos fueron muertos en el Diluvio: poblar la tierra de nuevo aún después de pecar.

En cuanto a extender el Paraíso por toda la tierra, no existe una expresión concreta con la que se ordenara al hombre tal hecho. Los Testigos creen que en la frase "sosjúzguenla" se encuentra recogida dicha orden.

Otro detalle a tener en cuenta, tiene que ver con la promesa de Jesucristo de vida eterna. La Biblia es clara al decir: “Porque tanto amó Dios al mundo que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna” (Jn 3;16 y ss). Pero ¿dónde? ¿Dijo Jesús en algún lugar, que la vida eterna se tendría en la Tierra? ¿Hay algún indicio bíblico que indica que la esperanza de vida eterna para la humanidad se realizaría en una Tierra física como la nuestra?

Como siempre, la sutilidad de los Testigos en este tema ha sido sumamente delicada, pues en ningún lugar ni en ningún pasaje bíblico, Jesucristo hizo la promesa, o insinuó acaso que la vida eterna se recibiría en la Tierra. Todas sus referencias con respecto al destino del ser humano tienen que ver con el cielo o los lugares celestiales.

Cuando en dichos pasajes se hace una clara alusión al cielo, los Testigos han dicha que tal promesa se está haciendo a un grupo reducido de 144.000 personas, y cuando no se menciona específicamente el destino, que tal promesa de 'vida eterna' va dirigida a la humanidad en general que vivirá en la tierra.

Varios son los argumentos utilizados para apoyar tal explicación, por ejemplo, se suele citar las palabras del Salmo 37:11 de las que se trata de dar a entender que Cristo hizo referencia en Mt 5:5. También se utilizan las palabras de Jesús al ladrón, cuando le dijo: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso". Y se suelen citar algunas referencias indirectas de Apocalipsis, donde se da a entender que Dios 'estaría con la humanidad'. Finalmente se juega con multitud de especulaciones como: ¿Qué haría Dios después que el hombre hubiera 'llenado' la Tierra? Si Adán y Eva no hubieran pecado y se les hubiera permitido comer del árbol de la vida, ¿qué habría significado para ellos? ¿Vivir para siempre sobre la Tierra?

Pero alguien razonará: ¿No dice la Biblia: "Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra?" ¿Por qué se introduce el elemento 'tierra' en el contenido de la herencia?

Este es el único texto que pueden citar, donde Cristo menciona la tierra como herencia. Estas palabras las dijo en un contexto donde expresó nueve Bienaventuranzas que los instructores de los testigos de Jehová han aplicado invariablemente a los ungidos o seres humanos con esperanza celestial, en especial por que se hacen por parte de Jesús, declaraciones bastante confirmativas de una sospecha, y es que Cristo ofrecía sin distinción una esperanza celestial a los seres humanos.

¿Es razonable pensar que Cristo, en una de las bienaventuranzas se dirigió –casi de una manera encubierta- a los que tenían esperanza terrenal, y en las otras ocho, a los que tenían esperanza celestial? ¿No es más lógico pensar que las bienaventuranzas se dirigían en general a todos los seres humanos, porque a todos se les abría la oportunidad de tener en 'posesión el reino de los cielos', todos 'verían' a Dios, todos serían llamados 'hijos de Dios', a todos ellos pertenece el reino de los cielos?

(Varios de los razonamientos e incluso diversos párrafos de los expresados en esta parte del análisis han sido entresacados del magnífico artículo “¿La verdad, el conocimiento o el camino?” de la web “Testigo de los testigos” de José Martín Pérez (JMP))

s/TJ:

EL ORIGEN DE UN ENEMIGO

El primer libro de la Biblia nos dice que en el jardín de Edén apareció en escena un enemigo de Dios. Aunque se le llama “la serpiente”, no se trata de un simple animal. El último libro de la Biblia lo identifica como “el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando [o engañando] a toda la tierra habitada”. También se le llama “la serpiente original” (Génesis 3:1; Revelación 12:9). En efecto, es un poderoso ángel, un espíritu invisible que utilizó a una serpiente para hablar con Eva, tal como un artista logra que su voz parezca salir de un muñeco. Sin duda, ese mismo ángel estuvo presente cuando Dios preparó la Tierra para los seres humanos (Job 38:4, 7).
Sabemos que todo lo que Jehová crea es perfecto. Entonces, ¿quién hizo al ser que llamamos “Diablo” y “Satanás”? En pocas palabras, un poderoso ángel de Dios se convirtió en el Diablo por voluntad propia. ¿Cómo pudo suceder  tal cosa? Del mismo modo que alguien puede ser hoy honrado y mañana convertirse en ladrón. ¿Cómo ocurre eso? La persona quizá permita que brote en su corazón un mal deseo. Si sigue pensando en él, ese mal deseo puede hacerse muy intenso. Luego, si se le presenta la ocasión, la persona tal vez termine haciendo lo que ha estado pensando (Santiago 1:13-15).

Eso fue lo que ocurrió en el caso de Satanás. Seguramente escuchó a Jehová decirles a Adán y Eva que tuvieran hijos y llenaran la Tierra con sus descendientes (Génesis 1:27, 28). Al parecer pensó: “¡Todos estos seres humanos podrían adorarme a mí en vez de a Dios!”. Ese deseo malo echó raíces en su corazón y, con el tiempo, lo llevó a engañar a Eva diciéndole mentiras sobre Dios (Génesis 3:1-5). Así, aquel ángel se convirtió en “Diablo”, nombre que significa “Calumniador”. Al mismo tiempo llegó a ser “Satanás”, nombre que quiere decir “Opositor”.

Con embustes y trampas, Satanás consiguió que Adán y Eva desobedecieran a Dios (Génesis 2:17; 3:6). El resultado fue que ambos terminaron muriendo, tal como Dios les había advertido (Génesis 3:17-19). Puesto que Adán se hizo imperfecto cuando pecó, todos sus descendientes heredaron el pecado (Romanos 5:12). La situación puede compararse a un molde de hacer pan que se ha abollado o deformado debido a un golpe. ¿Cómo saldrán todos los panes que se hagan con él? Imperfectos, marcados por la misma abolladura. De igual modo, todos los seres humanos nacemos marcados por la “abolladura” de la imperfección de Adán. Esta es la razón por la que envejecemos y morimos (Romanos 3:23).

Cuando Satanás animó a Adán y Eva a pecar contra Dios, en realidad se convirtió en el cabecilla de una rebelión. Desafió a Jehová, pues criticó la forma que tiene de gobernar. Fue como si dijera: “Es un mal rey que miente a sus súbditos y les impide disfrutar de cosas buenas. Los  seres humanos no necesitan que él los gobierne, sino que pueden decidir por su cuenta lo que está bien y lo que está mal. En realidad, saldrán ganando si me obedecen a mí”. ¿Cómo respondería Dios a una acusación tan insultante? Hay quienes creen que debería haber dado muerte a los rebeldes. Pero ¿habría demostrado así que Satanás mentía? ¿Habría probado que su modo de gobernar es bueno?

Jehová tiene un sentido perfecto de la justicia. Por ello, no podía destruir de inmediato a los rebeldes. Más bien, decidió que se necesitaba tiempo para dar una respuesta satisfactoria al desafío de Satanás y demostrar que es un embustero. Por lo tanto, determinó que durante cierto plazo permitiría que los seres humanos se gobernaran a sí mismos bajo la influencia de Satanás. En el capítulo 11 de este libro se explica por qué actuó así y por qué ha dejado pasar tanto tiempo para resolver estas cuestiones. Pero ahora pregúntese: ¿tenían alguna razón Adán y Eva para creer a Satanás, quien nunca había hecho nada por ellos? ¿Hicieron bien en pensar que Jehová, quien les había dado todo lo que tenían, era un cruel mentiroso? ¿Qué habría hecho usted?

Conviene que meditemos en estas preguntas, pues todos nos enfrentamos hoy a cuestiones parecidas. En efecto, usted tiene la oportunidad de ponerse de parte de Jehová y así responder al desafío de Satanás. Puede aceptar a Dios como su Gobernante y de ese modo demostrar que el Diablo es un mentiroso (Salmo 73:28;Proverbios 27:11). Por desgracia, aunque en este planeta hay miles de millones de habitantes, solo unos pocos toman esa decisión. Este hecho nos lleva a plantearnos una pregunta importante: ¿enseña realmente la Biblia que Satanás gobierna este mundo? (¿Qué enseña realmente la Biblia?", pág 28-31) 

Análisis:

Como historieta con una base bíblica, no está  mal todo el apartado anterior de este capítulo. No podemos, pues, con cierto rigor, analizar su contenido.

s/TJ:

 ¿QUIÉN GOBIERNA ESTE MUNDO?

Jesús nunca tuvo dudas de que Satanás es el gobernante de este mundo. En cierta ocasión, el Diablo le mostró de forma milagrosa “todos los reinos del mundo y su gloria”, y le prometió: “Todas estas cosas te las daré si caes y me rindes un acto de adoración” (Mt 4;8-9) (Lc 4;5-6). Piense en ello. Si Satanás no fuera el dueño de esos reinos, ¿habría sido una verdadera tentación para Jesús aquella oferta? Además, Jesús no negó que le pertenecieran al Diablo, lo que obviamente habría hecho si no estuvieran bajo el control de este enemigo de Dios.

Claro está, Jehová es el Dios todopoderoso, el Creador del imponente universo (Ap 4;11). Sin embargo, en ningún lugar la Biblia lo llama gobernante de este mundo, y lo mismo puede decirse de Jesucristo. De hecho, fue al Diablo a quien Jesús llamó “el gobernante de este mundo” (Jn 12;31) (Jn 14;30) (Jn 16;11). Y la Biblia incluso asegura que ese opositor, o Satanás, es “el dios de este sistema de cosas” (2Cor 4;3-4). El apóstol Juan se refirió a él cuando escribió: “El mundo entero yace en el poder del inicuo [o maligno]” (1Jn 5;19). (¿Qué enseña realmente la Biblia?", pág 32) 

Análisis:

En la tercera tentación que sufre Jesucristo, el diablo le lleva a un monte muy alto, y mostrándole todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, le dice: "Todo esto te daré si de hinojos me adorares" (Mt) o bien: "Todo este poder y su gloria te daré, pues a mí me ha sido entregado, y a quien quiero se lo doy; si, pues, te postras delante de mí, todo será tuyo" (Lc) Pero el demonio no tiene dominio en el mundo. En el mundo sólo tiene un poder permisivo tentador y de ser instrumento de Dios para infligir castigo. No tiene potestad verdadera sobre nada ni sobre nadie.

Pero no en vano se presenta como es: «como padre de la mentira» (Jn 8,44). Sólo en el sentido que él influye en sembrar el mal en el mundo y en ser el mentor de los hombres, que siguen, con el pecado, su funesta dirección, Cristo mismo le llamó «príncipe de este mundo" (Jn 12;31) (Jn 14;30) y San Pablo le llega a llamar, en este mismo sentido, «dios de este mundo» (2 Cor 4,4).

Y presentándose, pues, el diablo como dueño del mundo, le pide a Cristo que, para entregarle el dominio de este mundo, «postrándose» en tierra, le «adore» (proskynéses) reconociéndolo como dominador del mundo y así recibirá de él el poderío para gobernarlo. El demonio buscaba con ello desbaratar la auténtica obra mesiánica, al constituir así un Mesías, como alguien dijo, por «gracia del diablo». Pero Cristo destruye la propuesta de Satanás con palabras de la Escritura, acusando su dominio sobre Satanás, al imponerle la orden de apartarse, y desenmascarándole la falta de sus poderes.

Las palabras citadas están tomadas del Deuteronomio (6,13), pero acopladas a su propósito. Se dice en el Deuteronomio: «Teme a Yahvé, tu Dios, y sírvele a él». En la cita evangélica, al sustituir el «teme» por «adorarás», se resalta que sólo a Dios se puede adorar: El pensamiento de Cristo es el siguiente: Todo poder viene de Dios. El diablo no puede darle lo que no tiene. Sólo a Dios se puede acatar -«adorar» y «temer» - como fuente y dador de todo poder, y concretamente de este poder sobre el mundo. Al llegar aquí, ante esta orden de Cristo (Mt), el diablo se retiró. (BAC Biblia Comentada V, pág 72,73)

s/TJ:

EL FIN DEL MUNDO DE SATANÁS

Cada año que pasa, el mundo se vuelve más peligroso. Está lleno de ejércitos en guerra, políticos corruptos, líderes religiosos hipócritas y criminales despiadados. En conjunto, este mundo malvado no tiene remedio. La Biblia revela que pronto Dios lo destruirá en la guerra de Armagedón, y esto dará paso a un nuevo mundo justo (Ap 16;14-16).

 Jehová eligió a Jesucristo como Rey de su gobierno celestial, el Reino de Dios. Hace mucho tiempo, la Biblia predijo: “Un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y el gobierno reposará sobre sus hombros; y se llamará [...] Príncipe de Paz. El aumento de su gobierno y [el] de la paz no tendrán fin” (Is 9;6-7)La Biblia de las Américas, notas). Jesús enseñó a sus discípulos a incluir ese gobierno en sus oraciones, al decir: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mt 6:10). Como veremos más adelante, el Reino de Dios pronto acabará con todos los gobiernos de este mundo y los reemplazará (Dan 2;44). Y entonces convertirá la Tierra en un paraíso. (¿Qué enseña realmente la Biblia?", pág 32-33)

Análisis:

Los TJ mantienen la tensión de sus adeptos mediante la esperanza en unos hechos que han de ocurrir “pronto”, pero que no acaban de ser efectivos. Desde que inicié mis contactos con los Testigos de Jehová, allá por el año 65 del pasado siglo ya percibí de inmediato esta tensión principalmente en todos sus escritos, pero también en sus interpelaciones. Éste método sigue en la actualidad porque les proporciona buenos resultados, no solo entre sus publicadores, sino también entre las personas que son visitadas. Por ejemplo, en el párrafo anterior aparece dos veces la palabra “pronto”: “La Biblia revela que ‘pronto’ Dios destruirá este mundo malvado” y “el reino de Dios ‘pronto’ acabará con todos los gobiernos de este mundo”. Pues, nada, seguiremos esperando: los Testigos de Jehová sin mover un ápice su posición a favor de un mundo mejor, pero eso sí machacándonos los oídos y la vista con el “pronto”, “pronto”, y el resto de los cristianos intentando, con nuestra fe y nuestras obras, hacer lo que buenamente podamos para que el mundo reconozca que Jesucristo es su Salvador y dirija hacia Él su mirada. ¡Que Dios nos ilumine a todos!

s/TJ:

¡SE ACERCA UN NUEVO MUNDO!

La Biblia nos asegura que “hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según [la] promesa [de Dios], y en estos la justicia habrá de morar” (2Pe 3;13) (Is 65;17). Cuando la Biblia habla de la “tierra”, a veces se refiere a sus habitantes (Gn 11;1). Por lo tanto, la justa “nueva tierra” es una sociedad formada por personas que reciben la aprobación divina.

Jesús prometió que, cuando llegue el nuevo mundo, Dios dará un magnífico regalo a las personas que aprueba: la “vida eterna” (Mc 10;30). Tenga la bondad de buscar en su Biblia (Jn 3;16) (Jn 17;3), y leer lo que dijo Jesús que debemos hacer para conseguir la vida eterna. Ahora veamos en la Biblia las bendiciones que tendrán en el Paraíso terrestre quienes reciban ese maravilloso regalo divino.

La maldad, la guerra, el delito y la violencia ya no existirán. “El inicuo [o malvado] ya no será [...]. Pero los mansos mismos poseerán la tierra.” (Salmo 37:10, 11.) Habrá paz, pues Dios hará “cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra” (Salmo 46:9; Isaías 2:4). Cuando llegue ese momento, “el justo brotará” y habrá “abundancia de paz hasta que la luna ya no sea”, es decir, para siempre (Salmo 72:7).

Los siervos de Jehová vivirán seguros. En tiempos bíblicos, cuando la nación de Israel obedecía a Dios, disfrutaba de seguridad (Levítico 25:18, 19). ¡Qué maravilla será disfrutar de una seguridad similar en el Paraíso! (Isaías 32:18; Miqueas 4:4.)

Ya no escasearán los alimentos. “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia”, cantó el salmista (Salmo 72:16). Jehová Dios bendecirá a quienes son fieles a él, y “la tierra misma ciertamente dará su producto” (Salmo 67:6).

Toda la Tierra se transformará en un paraíso. Hermosos hogares y jardines ocuparán los terrenos que la maldad del hombre ha echado a perder (Isaías 65:21-24; Revelación 11:18). Con el transcurso del tiempo, se irán transformando más y más zonas de la Tierra, y el planeta entero será tan bello y productivo como el jardín de Edén. Por toda la eternidad, Dios estará “abriendo [su] mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente” (Salmo 145:16).

Habrá paz entre el hombre y los animales. Los animales  salvajes y domésticos comerán juntos. Ni siquiera un niño pequeño tendrá nada que temer de animales que ahora son peligrosos (Isaías 11:6-9;65:25).

Desaparecerán las enfermedades. Como Rey del Reino celestial de Dios, Jesús efectuará curaciones a una escala mucho más grandiosa que cuando estuvo en la Tierra (Mateo 9:35; Marcos 1:40-42; Juan 5:5-9). “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’.” (Isaías 33:24; 35:5, 6.)

Los seres queridos que han muerto volverán a la vida y tendrán la oportunidad de no morir nunca. Resucitarán todos los que duermen en la muerte y están en la memoria de Dios. Efectivamente, “va a haber resurrección así de justos como de injustos” (Hechos 24:15; Juan 5:28, 29).

Un futuro brillante aguarda a los que deseen ampliar sus conocimientos sobre nuestro Gran Creador, Jehová, y decidan servirle. Jesús se refirió al venidero Paraíso terrestre cuando hizo esta promesa al malhechor que murió a su lado: “Estarás conmigo en el Paraíso” (Lucas 23:43). Es vital que aprendamos más acerca de Jesucristo, pues todas estas bendiciones se harán realidad mediante él.
(¿Qué enseña realmente la Biblia?", pág 33-36) 

Análisis:

Las ilustraciones que aparecen en la mayoría de las publicaciones de la Watch Tower, aunque son bellas estampas que a todos nos ocasionan placer y felicidad, ocultan la realidad del hombre, y son ciertamente engañosas e irreales.

En ellos no se ven carreteras, coches, fábricas, bidones de basura. Sin embargo, estas personas tienen que haber llegado allí por algún medio, de transporte. Van vestidas con hermosa y colorida ropa, por lo que tienen que tener fábricas para obtenerla, tienen que tener casas para vivir, se necesitan ladrillos, ó leña, o maquinaria de construcción.

¿Son estas imágenes una ilustración del paraíso? ¿Es así como conciben los testigos de Jehová el paraíso: sin edificios, sin carreteras, sin fábricas, sin los medios modernos que utiliza el hombre para trabajar, para recrearse, para vivir diariamente? El hecho de que tales imágenes aparezcan en las publicaciones de los Testigos, y el hecho de que las mismas se utilicen para convencer a los nuevos del magnífico futuro que se les avecina, es síntoma de que, en las altas instancias, el Paraíso es concebido de ésta forma, O, ¿estas ilustraciones son simplemente un parque de los muchos que existen ahora, donde las personas van los fines de semana a disfrutar y divertirse con su familia?

¿Es el paraíso de los Testigos, un volver a reandar todo lo que el ser humano ha andado hasta nuestros días? ¿Es volver a nuestros orígenes, cuando el ser humano no se movía apenas de su hábitat, trabajaba la tierra con sus propias manos, y vivía de lo que cultivaba? Si cada testigo de Jehová va a tener unas hectáreas donde vivir, va a necesitar máquinas para trabajar la tierra. ¿Hemos observado cómo un labrador cultiva, trabajando día y noche en su pedazo de tierra? ¿O es que el paraíso, las patatas, el trigo u otros cultivos saldrán solos, sin riego, sin abonos, sin recogida, etc.? Si para alguien, realizar el duro trabajo del campo es un paraíso, hay que encomiarle, pero sé que para millones de personas, tener la perspectiva de realizar esa labor para siempre, eso, en vez de un paraíso, es un infierno eterno.

No se habla de la recogida de basura diaria, de los trabajos mecánicos y rutinarios que muchas personas tendrían que realizar para que otros vivan en un 'paraíso', de las cloacas, de las aguas negras... Y es que, una vez que estemos en el paraíso, habrá personas cuyo trabajo será ocuparse con el drenaje de las ciudades y destapar las tazas de los cloacas.

¿Para estas personas trabajando diariamente en esto será un paraíso eterno, o solo disfrutarán del paraíso seis meses al año, y los otros seis estarán al servicio de los demás?

Sí, para que una persona disfrute de un día de playa o campo, o para que una persona tenga todas las comodidades en su hogar, muchas personas tiene que trabajar rutinariamente, otras tienen que viajar, distribuyendo y llevando a los hogares, alimentos, ropa, correspondencia, reparando calles, líneas de teléfonos, útiles del hogar, pues de otra manera la comodidad se convertiría en incomodidad. Es decir, la comodidad de unos, dependen de trabajos rutinario y tedioso de otros. ¿Se dan cuenta de esto, los Testigos?

Por otra parte, en sus dibujos, siempre introducen matrimonios con niños a su alrededor, como si el nacimiento de niños fuera permanente, o estos no crecieran nunca. ¿Es esto así?

Los TJ afirman que los sobrevivientes del Armagedón que entren como matrimonios, mantendrán este estado y que tendrán hijos, pero que los que resuciten serán como los ángeles, es decir, ni se casarán ni se darán en matrimonio. Si esto es así, tenemos que deducir que en el Paraíso habrá dos grupos: unos, los que pasen vivos a través del Armagedón, que llevarán consigo sus instintos carnales íntegros, y que podrán vivir una vida familiar y sexual absolutamente normal, a tal grado que podrán tener hijos; y otros, los que resuciten durante el Milenio, que vendrán a la vida con una mentalidad absolutamente etérea, y que tendrán que vivir solos o en comunas: los hombres con los hombres, y las mujeres con las mujeres, pues recuerde que Jesús dijo: "ni se casan ni se dan en matrimonio."

¿Es que los miles de millones de resucitados que vivan en el Paraíso, nacerán con una mentalidad y unos instintos no carnales? ¿Es que no sentirán nada cuando vean a su esposa pasar por delante, no sentirán deseos de abrazarla, besarla y convivir con ella? ¿Es que la perfección cambiará la mentalidad de los que resuciten con respecto al sexo y a la familia, pero los sobrevivientes de la gran tribulación mantendrán los mismos deseos carnales? ¿Es este el cuadro que representan en sus dibujos? ¿Habrá siempre niños o ésta es una instantánea de los primeros años del Milenio? ¿Y cuando dejen de nacer niños? ¿Para qué quiere una pareja que vive sola en un monte, un chalet grande, si no tiene hijos con los que compartir su felicidad?

¿Es que creen los Testigos que en el nuevo sistema, una persona que guste de escalar montañas no estará sujeto a una caída fortuita, un alud de nieve, un error a la hora de enganchar su cuerda? ¿Es que creen que un 'ángel' irá con cada persona evitando tales errores, o en caso de que se produzcan, poniendo las manos sobre el accidentado para que no se haga daño? ¡Pues van a tener bastante trabajo, los ángeles durante, y después del Milenio!. O, ¿es que creen que en el nuevo mundo, no existirán este tipo de accidentes porque la cautela de todos los que vivan allí, les llevará a no practicar deportes de ningún tipo?

¿Se podrá jugar al fútbol, por ejemplo, sin que haya roturas de ligamentos, ni caídas, ni errores de los árbitros? ¿Se podrá viajar largas distancias sin que un conductor se duerma, una rueda se pinche, un tornillo se desgaste...? ¿Qué es realmente lo perfecto; los medios en los que se moverán estas personas o los cuerpos que se les dan?

Cuando la Biblia dice: 'Y [Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor.' (Ap 21:4) Quiere decir que si una persona que tiene vida eterna, y deja de respirar diez minutos, ¿no desfallecerá y morirá...?, que si una persona mete la mano en el fuego, ¿no se quemará ni sentirá dolor...?, que si una persona se corta con un objeto punzante, ¿no sangrará...?, que si cae accidentalmente en el agua sin saber nadar, ¿no se ahogará...? ¿Y qué hay de los animales que vivan en el nuevo sistema? ¿Seguirán naciendo, creciendo y muriendo? ¿Nos seguirán sirviendo sus carnes de alimento? ¿No sentiremos dolor y tristeza cuando muera nuestro perro amigo?

La perfección y el paraíso que predican los Testigos, nada tiene que ver con cuerpos físicos, que diariamente tienen que comer, beber y dormir. Y los dibujos que ilustran sus publicaciones, ocultan la realidad de las cosas, y solo se utilizan para atraer la atención de quién sufre o padece una situación injusta, y halla atractivo en paisajes, jardines, bosques y lagos que existen en la actualidad. La perfección y el paraíso tendrían sentido si comprendiéramos que Dios no está atado a un 'propósito original' inventado por los seres humanos, del mismo modo que no está atado a una Tierra que creó hace miles de años, como si tal Tierra fuera lo principal a proteger y preservar.

Los testigos de Jehová 'atan' el propósito original de Dios a una Tierra impersonal, que es meramente el habitáculo del ser humano en la actualidad, el 'escabel' de los pies de Dios.

Solo el hombre es importante. Por eso, cuando el hombre decidió independizarse de Dios, Dios determinó el camino de regreso a él; y este camino fue Jesucristo, el hijo primogénito de Dios, empero este camino llevaba un destino diferente: los lugares celestiales; una ciudad, una tierra diferente, una casa de habitación.

Jesús vino a enseñarnos ese camino, fue precursor del mismo, y nos dejó “ejemplo para que sigamos sus pasos” (1Pe 2;21). Dios no tiene obligación de restaurar el 'paraíso sobre la Tierra' porque los TJ así lo hayan decidido ya que no hay nada en la Biblia que nos lleve a pensar que tal objetivo era su propósito original.

Por otro lado, la eternidad de la tierra, y el concepto de habitar dicho planeta eternamente, es un concepto alejado de la realidad científica. Cualquier libro de ciencia revela que al igual que nuestro Sol y nuestra Tierra tuvieron un principio, así mismo tendrán un final. El Sol agotará toda su energía y se apagará, y nuestra Tierra desaparecerá. Es tal como dijo Jesús: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán," es decir, hay cosas que permanecerán para siempre, como son las palabras de Jesús, mientras que otras cumplirán para el fin que fueron hecha. Un salmista ratificó esta idea, y Pablo la subrayó al decir: "Y: 'Tú en [el] principio, oh Señor, colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son [las] obras de tus manos. Ellos mismos perecerán, pero tú mismo has de permanecer de continuo; e igual que una prenda de vestir exterior todos ellos envejecerán, y los envolverás igual que una capa, como una prenda de vestir exterior; y serán cambiados, pero tú eres el mismo, y tus años nunca se acabarán'" (Heb 1:10-12). En (Gn 8;22) podemos leer: “Mientras dure la tierra, habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche”.

La permanencia eterna sobre la tierra del ser humano resultaría aburrida y finalmente intolerable. Después de algunos siglos o quizás de milenios de haber hecho todo, (recuerde que los TJ creen que estarán en la misma posición que Adán y Eva, en perfección y 'con vida en sí mismos'), llegaría el tedio y la insatisfacción, sin ninguna esperanza de mejora. Por eso, no tienen sentido los argumentos que utilizan los Testigos sobre la gran cantidad de cosas que se podrían hacer para no aburrirse durante una vida eterna, y es injusto que se juegue con este tipo de expectativas, (visitar lugares diferentes, aprender idiomas, desarrollar habilidades artísticas, conocer profundamente la creación de Jehová, etc.) pues ellos mismos saben que el paso de los siglos resultaría en la desesperación y la locura.

Por último, un punto a tener en cuenta es que cuando el hombre apareció sobre la tierra, cuando Adán y Eva fueron creados, ya la tierra hacia milenios que existía, y a lo largo de estos milenios se produjeron enormes catástrofes que entre otras cosas motivaron la aparición de muchas de las cordilleras actuales y muchas de las montañas que todos conocemos. Pero hay que darse cuenta que todo ello ocurrió antes de que en el mundo aparecieran los efectos del pecado de Adán y Eva, por lo que es lícito pensar que estos cataclismos que por otro lado, algunas también han ocurrido a lo largo de la vida humana, no tienen por qué ceder, ante los efectos de la naturaleza, incluso situándonos en una vida eterna ya en el Nuevo Mundo. Si la nueva tierra se refiere  a un cambio únicamente de la sociedad que la habitará, es imposible solo por lo dicho en este punto, una vida tal cual la pintan los TJ.

(Ver otros capítulos de este libro de adoctrinamiento de los Testigos de Jehová en los temas reunidos bajo la etiqueta: "Biblia. ¿Qué enseña realmente la Biblia?")