¿CÓMO FINANCIAN SUS ACTIVIDADES LOS TJ?
s/TJ:
Todos
los años imprimimos y distribuimos cientos de millones de Biblias y de
publicaciones bíblicas. Construimos y tenemos en funcionamiento sucursales e
imprentas por todo el mundo. Estamos organizados en decenas de miles de
congregaciones y nos reunimos en lugares sencillos y dignos a los que llamamos
Salones del Reino. ¿Quién paga por todo esto?
Todas
nuestras actividades se financian mediante donativos voluntarios (2 Cor
9;7). Ya en 1879, el segundo número de esta revista, que se llamaba Zion’s
Watch Tower declaró: “[Esta revista] tiene, según creemos, a JEHOVÁ como su
apoyador, y mientras así sea nunca mendigará ni hará petición a los hombres por
apoyo”. Hasta el día de hoy, esta es nuestra postura.
Los
donativos se pueden enviar directamente a alguna sucursal o se pueden dejar en
las cajas de contribuciones de los Salones del Reino. No pedimos el diezmo ni
hacemos colectas, ni cobramos por nuestros servicios religiosos ni por nuestras
publicaciones. Nadie nos paga por predicar, enseñar en la congregación ni por
construir lugares de reunión. Después de todo, Jesús dijo: “Recibieron gratis;
den gratis” (Mateo 10:8). Ningún miembro de la orden religiosa que trabaja en
las oficinas centrales ni en las sucursales cobra un salario, ni siquiera los
miembros del Cuerpo Gobernante o junta directiva de los testigos de Jehová.
Las
donaciones también se utilizan en labores de socorro. Los cristianos del primer
siglo ayudaban con gusto a quienes pasaban adversidades (Rom 15;26). De
igual modo, hoy día ayudamos a las víctimas de desastres reconstruyendo sus
casas y dándoles alimento, ropa y atención médica. También reparamos los
Salones del Reino de las comunidades afectadas. (LA ATALAYA 1 septiembre 2015 (pág 6) ¿CÓMO
FINANCIAN SUS ACTIVIDADES LOS TJ?)
Análisis:
Pues
yo me temo que quien paga todo esto son los propios publicadores, los que
llaman a la puerta de tu casa y de la mía. Al menos así era con toda seguridad
hace unos años. Si las cosas siguen igual y creo que sí, la sociedad Watch
Tower de los TJ es el mejor negocio editorial del mundo pues vende los
libros a un precio que, siendo bajo, es diez
veces superior al de edición. Todos las personas que intervienen en la
confección y edición de sus libros trabajan gratis o con unos sueldos
bajísimos. A esto se añade el no pagar impuestos por ser una sociedad religiosa,
el ahorro en derechos de autor, ya que todos los ceden a la sociedad, y el
contar con miles de vendedores (tantos como publicadores) que trabajan de forma
gratuita. Cada adepto (Son ya más de ocho millones doscientos mil) no solo es
obligado vendedor sino también comprador. Y no solo un ejemplar por familia, sino uno por cada
persona que la compone. Figurarse editar un libro con un amplio margen de
beneficio y saber que cuentas ya de entrada con más de ocho millones de
compradores. ¡Es una bicoca! Por otra parte, cualquier otro tipo de gasto que
se produzca en las distintas congregaciones es asumido en definitiva por
quienes la constituyen.
La
sociedad de los TJ asegura que todos los donativos que reciben son voluntarios
y que “nunca se mendigará ni se hará
petición a los hombres por apoyo”. Pero a continuación escriben: “Los donativos se pueden enviar directamente
a alguna sucursal o se pueden dejar en las cajas de contribuciones de los
Salones del Reino”. O sea, que no hay obligación de dar nada, pero… ¡ahí
está la caja!. Los directivos recuerdan a
sus adeptos que Jesucristo dijo: “Recibieron
gratis; den gratis” (Mateo 10:8), pero ellos se olvidan de esta misma
recomendación. Y es que la política de la Watch Tower es recibir no dar.
Aseguran
que las donaciones también las utiliza la sociedad en labores de socorro. Pero
no nos equivoquemos. De socorro solo entre sus adeptos y fundamentalmente para
reparar o recomponer elementos que constituyen el patrimonio de la sociedad. Todos los demás
problemas deben ser solucionados a partir de la hospitalidad mutua, de la interayuda
entre los propios adeptos. Y si no, vean el video titulado: ”una fe más fuerte que la desgracia
(supertifón en Filipinas)” que publican en su web oficial los propios TJ.
Vean,
por otra parte, a continuación el extenso menú de posibilidades que ha confeccionado la
sociedad Watch Tower, para que todo aquel que “quiera” colaborar con la sociedad pueda hacerles llegar su
aportación “voluntaria” sin que se
pierda ninguna.
Formas en las que podemos dar según
(La Atalaya 1 noviembre 2004, pág 22 y 23):
"CONTRIBUCIONES PARA LA OBRA MUNDIAL
Muchos apartan cierta cantidad de dinero para
depositarlo en las cajas de contribuciones rotuladas “Contribuciones para la
obra mundial (Mateo 24:14)”.
Las congregaciones envían mensualmente estas
aportaciones a la sucursal de los testigos de Jehová que atiende a su país. Las donaciones monetarias también pueden remitirse
directamente a: Watch Tower Bible and Tract Society of
Pennsylvania, Office of the Secretary and Treasurer, 25 Columbia Heights,
Brooklyn, New York 11201-2483, o
a la sucursal que atiende a su país. Los cheques deben extenderse a
nombre de “Watch Tower”. Asimismo pueden donarse joyas y otros bienes. Estas
contribuciones deben ir acompañadas de una carta breve que indique que se trata
de donaciones incondicionales.
DONACIONES CONDICIONALES MEDIANTE FIDEICOMISO
Puede destinarse dinero a un fideicomiso a favor de Watch
Tower, y dichos fondos se reintegrarían al donante en caso de que así lo
solicitara. Si desea más detalles, sírvase comunicarse con Office of the
Secretary and Treasurer (Oficina del Secretario y Tesorero), cuya dirección
aparece en el párrafo anterior.
DONACIONES PLANIFICADAS
Además de las donaciones incondicionales, existen
otras formas de contribuir a la obra mundial del Reino, algunas de las cuales
se enuncian a continuación:
Seguros. Puede
nombrarse a Watch Tower beneficiaria de un seguro de vida, así como de un plan
de jubilación o pensión.
Cuentas bancarias. Pueden
ponerse cuentas bancarias, certificados de depósito o cuentas personales de
jubilación en fideicomiso a nombre de Watch Tower o pagaderos a esta en caso de
muerte, en conformidad con las leyes bancarias del país.
Acciones y bonos. Pueden
donarse acciones y bonos a Watch Tower de forma incondicional.
Inmuebles. Pueden
cederse inmuebles vendibles, ya sea incondicionalmente o, si están habitados,
conservando el donante el dominio vitalicio sobre la propiedad, en la que podrá
residir mientras viva. Es preciso comunicarse con la sucursal que atiende
a su país antes de transferir cualquier inmueble.
Donaciones con renta. Una donación
con renta es un acuerdo por el que se transfieren fondos y valores a una
corporación de Watchtower y, a cambio, el donante, o la persona a quien él
designe, recibe una renta vitalicia estipulada. El donante tiene derecho a
una desgravación del impuesto sobre la renta el año que realiza la donación.
Testamentos y fideicomisos. Es posible
legar a Watch Tower propiedades o dinero mediante un testamento debidamente
legalizado, o nombrándola beneficiaria de un convenio de fideicomiso. Los
fideicomisos a favor de una entidad religiosa pueden reportar ciertas ventajas
tributarias.
Como indica la designación “donaciones planificadas”,
esta clase de contribuciones exige habitualmente cierta planificación por parte
del donante. Para ayudar a quienes deseen contribuir a la obra mundial de los
testigos de Jehová con algún donativo de este tipo, se ha preparado en inglés y
español el folleto Donaciones planificadas para favorecer el
servicio del Reino en todo el mundo. El propósito
de dicho folleto es informar sobre las diferentes maneras de hacer una donación
inmediata o de dejar bienes en herencia. Muchas personas, después de leer el
folleto y consultar a sus propios asesores legales o fiscales, han podido apoyar
la obra mundial de los testigos de Jehová y aprovechar al máximo los
consiguientes beneficios fiscales. Este folleto puede obtenerse solicitándolo
directamente a Charitable Planning Office (Departamento de Donaciones
Planificadas)".
Por otra parte, la sociedad de los TJ tiene entre
manos en este momento, grandes proyectos
de construcción en todo el mundo: 90 centros de traducción, 35 salones de
asambleas y 130 en sucursales, renovación cuanto antes de más de 14.000 Salones
del Reino y una futura central mundial de los TJ en Warwick (Nueva York). “Estas instalaciones –nos dicen- glorifican a Jehová y su santo nombre. Por
eso apreciamos tanto las oraciones de nuestros hermanos y hermanas y sus
donaciones para la obra”… O sea que
sus adeptos no solo han de adquirir la inmensa cantidad de libros y revistas
que editan sino también han de financiar las grandes obras que están construyendo,
esto sí, para mayor gloria de Jehová…
En vista de lo anterior, el Cuerpo Gobernante de los TJ,
en el “Anuario 2015” de la Sociedad Wacht Tower pregunta a sus seguidores “¿qué podemos hacer para apoyar estos
proyectos?” Y siguen: “Quizás algunos
podamos ofrecernos para colaborar en las obras. Pero, sepamos de construcción o
no, todos tenemos el privilegio de contribuir “con [nuestras] cosas valiosas (Prov. 3:9, 10). Antes de construir el tabernáculo, los
israelitas trajeron tantos materiales que se tuvo que dar un anuncio para que
dejaran de contribuir (Éx. 36:5-7). Ejemplos bíblicos como ese nos tocan el corazón
y nos sirven de inspiración. Queridos hermanos, su “amorosa labor” en esta
faceta del servicio sagrado es otra razón por la que le damos gracias a Jehová”.
Entre tantas cosas que no
entiendo de los TJ, no acabo de comprender que si realmente nos encontramos en
los Últimos días, tal como enseñan en su literatura, y de un momento a otro va a saltar el
Armagedón y la Gran Tribulación va a dar paso al Juicio final, ¿por qué la
Watch Tower se lía construyendo una nueva central mundial de los TJ en Nueva
York?... ¿Quizá es por poca fe?...