¿IMPORTA EL NÚMERO DE LOS HERMANOS QUE TOMAN
DEL PAN Y DEL VINO?
s/TJ:
En la información que anualmente
facilita la Watch Tower sobre el progreso de la obra de predicación, y en el
apartado “Participantes de la Conmemoración”, indican el total
mundial de Testigos bautizados que comieron del pan y bebieron
del vino en la Conmemoración del año que se analiza. ¿Debemos entender que ese
es el número de ungidos que quedan en la
Tierra? No necesariamente.
Tengamos en cuenta que algunas personas, por
diversos motivos —desde antecedentes religiosos hasta problemas emocionales o
mentales—, pueden creer por error que han recibido la llamada celestial.
En realidad, no tenemos manera de establecer
fuera de toda duda cuántos ungidos hay en
la Tierra; pero tampoco lo necesitamos. El Cuerpo Gobernante no mantiene
una lista con los nombres de los que participan de los emblemas ni tampoco ha establecido ningún
tipo de red mundial entre los ungidos… Es
razonable pensar que ahora solo haya una pequeña cantidad de personas que participen de los emblemas. (La Atalaya 15/8/2011, pág22)
Análisis:
Cualquiera que sea la interpretación de la
Conmemoración que cada año celebran los TJ el 14 de Nisan, solo -según su
propia doctrina- pueden participar comiendo del pan y bebiendo del vino el
resto de los 144.000 que “todavía” quedan en la Tierra.
Esos
144.000 cristianos ungidos, empezaron a ser elegidos por Jehová después de la
muerte y resurrección de Jesús. Y sobre ellos, los TJ
informaban hace unos quince años: “Para
la década de 1930 quedó claro que, en general, la clase celestial ya había
sido escogida”. (La
Atalaya 15/2/2003, ¿Qué significa para usted la cena del Señor?, págs
17-22) Por otra parte, la primera resurrección, o sea, la resurrección de los
144.000 cristianos ungidos que ya habían muerto, se inició en 1914/18 y en los años 30 del pasado siglo, todavía quedaban vivos en la
Tierra unos 37.000, en el mejor de los
casos, y que son más o menos los que componen el grupo “participantes de la Conmemoración” (“TJ en el propósito divino”, pág 316).
Los TJ también informaban, un poco
antes, de que “el número de los
verdaderos discípulos ungidos de Cristo está menguando, y parece ser que
algunos aún vivirán en la Tierra cuando empiece la gran tribulación. La
mayor parte del resto es ya de edad avanzada, y con el paso de los años el
número de los verdaderos ungidos ha ido disminuyendo”. (La
Atalaya 15/1/2000, págs 9-14, apartado 18) ¡Es lo lógico y natural!
Pero es curioso ver la evolución que ha seguido desde
entonces este grupo de personas que afirman tener la esperanza celestial.
Lógicamente cada vez tendrían que haber menos porque los más antiguos van
falleciendo. Y esto es lo que ocurría entre 1935 y 1967, bajando su número de
37.000 a 10.981. Luego, hasta 1991 se produjo una fuerte ralentización que
situó este número para este año en todavía 8.850, acentuándose aún más este
frenazo hasta 2005 que alcanzó sin ningún sentido 8.524. Y a partir de esta
fecha, en vez de disminuir que es lo lógico y lo único posible si no se
manipulan las cifras, ha iniciado incomprensiblemente un fuerte incremento de
manera que en estos siete últimos años ha pasado de 8.524 a 15.177 en el año
2015. Si suponemos que el promedio de edad de los que todavía estaban vivos en
la Tierra en 1935 era de 40 años, que ya es ser indulgente, los que siguen
vivos en 2015 deberían tener ahora una edad media de 120 años (?) ¿Cuál es la
explicación que da el Cuerpo Gobernante de los TJ a este fenómeno?
Pues ninguna que sea mínimamente aceptable. Más bien rehúyen
el tema. Resumiendo, nos dicen que “las otras ovejas” no necesitan saber los
nombres de los ungidos vivos que quedan en la Tierra ya que lo que tienen que
hacer es “identificar al grupo y apoyarlo con lealtad”. Aunque esto sí, “deben tratar con el debido
respeto a quienes Jehová ha elegido para que vayan al cielo, pero sin meterse
en asuntos ajenos” ni “admirar a individuos ya que se corre el riesgo de
abandonar la organización de Jehová por seguir a hombres” (?)
Ante el hecho de que durante décadas, la cantidad de hermanos
que toman del pan y del vino ha ido disminuyendo, y que en años recientes
ocurra lo contrario, o sea, que este número ha ido aumentando, no les preocupa
en absoluto. En (La Atalaya de estudio
de Enero/2016, pág 22-26), se trata de justificar sin conseguirlo la razón de
esta inflexión estadística. Y, contrariamente a lo que siempre han mantenido
los TJ, ahora resulta que la cifra de hermanos que toman del pan y del vino, no
sirve para calcular el número de los ungidos que quedan en la Tierra. Entonces,
¿para qué se publica? No se trata de una equiparación exacta, pero debería ser
una orientación. Lo que no puede ser, y los TJ no explican, es que lógicamente
esta cifra haya estado bajando durante años y ahora después de prolongadas
ralentizaciones empiece a ascender con fuerza ¡Alguien dentro de la
organización debería exigir una convincente y clara explicación!. La
WT publicó que el decrecimiento del número de ungidos es evidencia que estamos
en los últimos días (La Atalaya de 15/2/2009, págs 27-28) ¿Es que esta
evidencia se está esfumando?