Los TJ, en “La Atalaya” 2017, núm 5, pág 4-8, presentan,
bajo este título general, una serie de afirmaciones sobre los ángeles que vamos
a tratar de analizar, una a una, seis de ellas.
s/TJ:
Tal como Dios es un espíritu invisible, los ángeles también
son espíritus invisibles, es decir no tienen “carne y huesos” (Hb 1;7) (Lc
24;39). Además, los ángeles fieles viven en el cielo (pág 4)
Análisis:
Según la doctrina de los TJ, Dios, aunque es espíritu, al
tener un cerebro que le permite tomar decisiones, necesita un cuerpo para
albergarlo y este cuerpo necesita, a su vez, un lugar donde vivir (Véase:
“Usted puede vivir…”, pág 37). Lo mismo ocurre con los ángeles, quienes fueron
creados antes que los humanos porque Dios ya disponía de habitáculo para sus
millones de nuevas criaturas, su propia morada: ¡los cielos espirituales! (Véase: “El propósito eterno de Dios va
triunfando ahora”, pág 26 y 27). Sin duda, los cielos espirituales se constituyen en la primera creación de Dios (Véase: ¡Despertad! 4/2011, pág 28 y“La Atalaya” 1/8/2011, pág 27), a no ser que se quieran considerar eternos como
el propio Dios. Pero entonces, la Palabra, el Verbo, el Hijo… ¿ya no es la
primera creación?
s/TJ:
Los ángeles fueron creados directamente por Jehová, por eso
la Biblia los llama “hijos del Dios verdadero” (Job 1;6) (pág. 4).
Análisis:
Esto quiere decir que “cada ángel es una creación directa de Dios” (“Asegúrense
de todas las cosas”, pág. 27). ¡Difícilmente con tantos hermanos, hijos todos
creados directamente por el mismo Dios, puede considerarse a alguno de ellos
“Hijo unigénito” de dicho Dios!... (A pesar de las referencias, en la web oficial de los TJ han corregido posteriormente el texto original del planteamiento de los TJ, quitando la palabra "directamente").
s/TJ:
Miguel (arcángel) es el ángel que tiene más poder y
autoridad. La Biblia indica claramente que Miguel es el mismísimo Jesucristo
(1Tes 4;16) (Jud 9) (pág. 5).
Análisis:
Los TJ deben disponer de algún don de clarividencia especial
para poder asegurar rotundamente que “la Biblia indica claramente” que Miguel
es el mismísimo Jesucristo. He consultado las dos referencias bíblicas que
proponen y después de leerlas solo se me ocurre aquella pregunta tan común: ¿Y
qué más dice la Biblia? Porque si esta aseveración tan importante solo tiene
este apoyo bíblico, ¡apaga y vámonos! (Se
puede consultar en esta misma web el tema “Miguel es el nombre celestial del
Hijo de Dios” bajo la etiqueta “Jesucristo se hizo carne”)
s/TJ:
La Biblia no dice que cada uno de nosotros tenga un ángel
de la guarda o ángel custodio (pág. 5)
Análisis:
Es verdad. Pero la creencia en los ángeles custodios era ya común en Israel. En la
escritura aparecen en varios pasajes. Los justos tenían una especial custodia
por ellos (Sl 91;11). Como elogio de la dignidad de estos “pequeños”, se
destaca aquí la misma dignidad de los ángeles.
s/TJ:
Los ángeles infieles, vivieron en el cielo hasta 1914, año en que según la Biblia Dios estableció el Reino mesiánico, un gobierno celestial, y los demonios fueron expulsados del cielo y arrojados a la Tierra (Ap 12;9-12) (pág 6).
Los ángeles infieles, vivieron en el cielo hasta 1914, año en que según la Biblia Dios estableció el Reino mesiánico, un gobierno celestial, y los demonios fueron expulsados del cielo y arrojados a la Tierra (Ap 12;9-12) (pág 6).
Análisis:
A esta fecha de 1914, los TJ llegan después de un malabarismo numérico que parte de una fecha errónea, la de 607 aC para la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Los TJ no quieren aceptar la fecha que todos los historiadores proponen desde hace más de un siglo para este evento, la de 587 aC, porque entonces no consiguen llegar al año 1914 que es el año que los TJ prefijan para el establecimiento de su reinado mesiánico, teniendo en cuenta su peculiar interpretación de diversas profecías bíblicas. Pero los TJ no poseen ninguna demostración definitiva, ni bíblica ni científica, que avale su propuesta del 607, por lo que su defensa a ultranza de 1914, no tiene ningún valor doctrinal.
A esta fecha de 1914, los TJ llegan después de un malabarismo numérico que parte de una fecha errónea, la de 607 aC para la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Los TJ no quieren aceptar la fecha que todos los historiadores proponen desde hace más de un siglo para este evento, la de 587 aC, porque entonces no consiguen llegar al año 1914 que es el año que los TJ prefijan para el establecimiento de su reinado mesiánico, teniendo en cuenta su peculiar interpretación de diversas profecías bíblicas. Pero los TJ no poseen ninguna demostración definitiva, ni bíblica ni científica, que avale su propuesta del 607, por lo que su defensa a ultranza de 1914, no tiene ningún valor doctrinal.
s/TJ:
No hay pruebas de que en la actualidad Dios esté usando a los ángeles para ayudar milagrosamente a las personas tal como en tiempos bíblicos (pág 8).
No hay pruebas de que en la actualidad Dios esté usando a los ángeles para ayudar milagrosamente a las personas tal como en tiempos bíblicos (pág 8).
Análisis:
Los TJ dicen que no hay pruebas de que, tras los tiempos bíblicos, los ángeles hayan ayudado milagrosamente a las personas. Sin embargo, en la pág. 100 del Curso interactivo de la Biblia, hemos leído: "Lo que sí hacen es dirigir a los siervos de Dios para que encuentren a personas que quieren conocerlo". ¿No es esta colaboración una ayuda efectiva? Definitivamente, tras los tiempos bíblicos, o sea, a partir del
siglo II, la historia recoge una serie de hechos milagrosos en los que, de
alguna manera, han intervenido ángeles. La relación podría ser prolija. Cito algunos: San Ciriaco es defendido por un ángel de una falsa acusación
(siglo IV). San Savinio es instruido por un ángel (275 dC). Verónica de Milán es instruida por un ángel (1497 dC). Los ángeles alivian a San Andeol de las angustias por las
crueles torturas que sufrió (203 dC). San Concordio es consolado por un ángel durante sus horas de
martirio (siglo III)
