Veamos en primer lugar, el
versículo (Col 1;15):
Cuando pregunto a un testigo de
Jehová, dónde se puede leer en la Biblia que Jesucristo, el Hijo de Dios, es un
ser creado, enseguida me dirige hacia (Col 1;15) donde puedo leer: “Él (el
Hijo) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación”.
Para el testigo, está claro, sin discusión, que “primogénito de toda la
creación” quiere decir “primer ser creado” y, por tanto, este
párrafo es suficiente para contestar a la pregunta. Sin embargo, esta acepción
no se encuentra en ninguna otra parte del texto de la Biblia, ni puede apoyarse
en cualquier libro especializado, diccionario o enciclopedia. Al contrario, yo si puedo demostrar
al testigo de Jehová que en la Biblia primogénito se refiere al primeramente
engendrado, o al poseedor de preeminencia o primacía de dignidad, al heredero en
la familia o en el pacto de Dios, al primero entre iguales, pero en ningún caso
al primero en ser creado.
El testigo de Jehová inquirido,
no se amilana, e insiste en su interpretación de (Col 1;15) presentándome a continuación en su flamante Biblia TNM (2019), el versículo siguiente (Col 1;16): “porque
por medio de él todo lo demás fue creado en los cielos y en la tierra, las
cosas visibles y las cosas invisibles, ya sean tronos, dominios, gobiernos o
autoridades. Todo lo demás ha sido creado mediante él y para él.”
Está claro en este versículo
que, aparte del Hijo que como nos ha señalado el testigo es la primera creación
de Dios, todo lo demás ha sido creado por medio del Hijo, mediante Él y para
Él. Y es verdad. Tiene razón. Así podremos leerlo e interpretarlo en su Biblia. El testigo de Jehová aplicando el método del “análisis
por temas” encuentra en este v.16 la confirmación de lo que asegura que
dice el v.15, o sea, que el Hijo es la primera creación de Dios.
Lógicamente, el testigo de Jehová,
con la seguridad que le da este análisis, puede también asegurar, para rematar
la jugada, que en (Ap 3;14) cuando leemos que “el testigo fiel y verdadero”
o sea, el Hijo, es “el principio de la creación por Dios” está
confirmando de nuevo que el Hijo es la primera creación de Dios.
Si cuando llego a casa compruebo
en mi Biblia las palabras y los versículos que el testigo de Jehová tan
correctamente me ha presentado, seguramente, aun confiando en la buena voluntad
e intención del mismo, me hará comprender la respuesta que dan los testigos a
la pregunta ¿Puedo usar durante el curso la Biblia que ya tengo?, contestan: “Con
casi cualquier traducción podrás aprender el mensaje de esperanza y
salvación de la Biblia”. Y es que este “casi” está precisamente
motivado en la mayoría de los casos, por la Biblia que manejan regularmente los
testigos de Jehová, o sea, su propia Biblia “Traducción del Nuevo Mundo”. Esta
Biblia está acomodada en su traducción e interpretación a la propia y previa doctrina
de los testigos, de manera que su “análisis por temas” que presentan como
método de estudio les resulte siempre favorable a la misma.
A los testigos de Jehová que conocen
perfectamente las palabras de la Biblia que nos aseguran que “la Biblia es
palabra de Dios” y que, por tanto, “no puede mentir” y que “los
traductores deben ser fieles al texto original”, les hemos de decir, que la
Biblia no miente si se respeta su contenido traduciéndola e interpretándola correctamente
para ser fieles a la misma.
Cuando efectúe la comprobación en
mi Biblia y lea el versículo (Col 1;16), veré que en él se asegura que Dios por medio de su
Hijo creó “todas las cosas”, no “todo lo demás”, como, por otra parte, se puede leer en la Biblia en otros varios versículos (Jn 1;3) (Hb 2;8) etc. Por
lo tanto, el Hijo no está dentro de las cosas creadas y por eso puede decirse en (Col 1;17) que “Él es antes que todo”, no que “Es el primero
de todo” ni que “existe antes de todo lo demás”.
Los testigos de Jehová, en su
edición de 1987 de la “Traducción del Nuevo Mundo” tradujeron e interpretaron
en (Col 1;16,17 y 20): “todas las [otras] cosas” reconociendo de
esta manera que la palabra “otras” no existía en el original (Véase “Prólogo”
de la edición de 1963 que recoge las Escrituras griegas cristianas) confirmando,
de esta manera, lo que acabo de explicar. En la actualidad, la última edición de
2019, presentada en Madrid el pasado 19 de julio con tan clamoroso éxito, traduce
e interpreta en estos versículos “todo lo demás”, manipulando
definitivamente la Palabra de Dios que de “todas las cosas” ha
degenerado en “todo lo demás” sin ningún tipo de explicación para
el lector.
Puedo añadir con relación a (Ap
3;14) que el original griego dice “creación de Dios” no “creación
por Dios” – es un matiz importante- y que la expresión “principio de
la creación” puede querer decir “el primer ser creado”, pero también
puede querer decir “causa primera”. Y esta es la interpretación que se
ajusta mejor a todos los demás textos de las Sagradas Escrituras que de alguna
manera pueden relacionarse con este pasaje. Y por último considerar que también
a Dios se le llama “Principio” en el Apocalipsis (Ap 21;6).
Veamos ahora el versículo (Mt
26;26-28) como segundo ejemplo del “análisis por temas” que practican los
testigos de Jehová:
“Mientras seguían comiendo,
Jesús tomó un pan y, después de hacer una oración, lo partió se lo dio a los
discípulos y les dijo: “Tomen, coman. Esto representa mi cuerpo”.
Y tomó una copa, le dio gracias a Dios y se la dio a ellos diciendo: “Beban
de ella todos ustedes, porque esto representa mi sangre”. Así está
escrito en la Biblia “Traducción del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová”, en
su revisión de 2019.
Veamos como llegan los testigos
a esta traducción y a esta interpretación de las palabras de Jesús. En este
caso, los testigos de Jehová ya nos decían en (La Atalaya 1/3/1965, pag 154): “Para
apreciar lo que el memorial de la muerte de Cristo significa para usted, se necesita
que usted sepa, ante todo, de qué consta. Concerniente a él el apóstol Mateo,
un testigo presencial, escribió: “Y mientras ellos comían, Jesús tomó un
pan, y lo bendijo, y lo partió, y dándolo a los discípulos, dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, dio gracias, y se la dio diciendo:
Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre…”
Y sigue el artículo de La
Atalaya de 1965: “Al instituir el Memorial de su muerte, ¿qué quiso decir
Jesús cuando dijo: “Esto es mi cuerpo,” y
“Esto es mi sangre”? No habiendo ninguna
declaración en las Escrituras que diga lo contrario, tenemos que concluir que
Jesús simplemente quiso decir la cosa más obvia, a saber, que el pan y el vino
representaban o significaban su cuerpo, su propio cuerpo de carne y sangre; no
que éstos habían llegado a ser realmente su carne y sangre. Por eso algunas
versiones dicen: “Esto significa mi cuerpo,” o, “Esto representa mi cuerpo.”
Debido a que el pan y el vino son, así, símbolos, se hace referencia
apropiadamente a ellos como “emblemas.”
Y digo yo: ¿Por qué ha de ser
la cosa más obvia que el pan y el vino representen o signifiquen su
cuerpo, su propio cuerpo de carne y sangre? Jesucristo, según (Jn 6;53-58)
había dicho: “De verdad les aseguro que, si no comen la carne
del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes
mismos. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna,
y yo lo resucitaré en el último día; porque mi carne es alimento de verdad
y mi sangre es bebida de verdad. El que se alimenta de mi carne y bebe mi
sangre se mantiene en unión conmigo, y yo me mantengo en unión con él. El
Padre, que vive, me envió y yo vivo por causa del Padre. De igual modo, el que
se alimente de mí vivirá por causa de mí. ” (TNM
2019). Las palabras de Jesucristo son clarísimas y a pesar de la
murmuración de sus discípulos y de que algunos de ellos lo abandonaron, Jesucristo
mantuvo sus palabras.
¿Que es un misterio? De acuerdo, pero ello no me autoriza a
cambiar la Palabra de Dios. Como los propios testigos ya aceptaban en su
Atalaya de 1965, Jesús dijo: “Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre”.
No dijo “esto significa o esto representa mi cuerpo y mi sangre”
No es lo mismo ser que representar o significar. Una bandera “representa
o significa” mi país, no “es” mi país.
Con la “Traducción
del Nuevo Mundo” (revisión 2019) creo que la edición de esta Biblia ha dado un paso
atrás.