domingo, 26 de enero de 2020

BIBLIA. FORMACIÓN DEL CANON S/LA HISTORIA. SIGLO III DE LA ERA CRISTIANA


BIBLIA. FORMACIÓN DEL CANON S/LA HISTORIA. SIGLO III DE LA ERA CRISTIANA

SIGLO III
202
Por estas fechas, casi la mitad de la población romana es ya cristiana. (La población de Roma en estos momentos alcanza ya el millón de personas). En el año 202, el césar Septimio Severo, prohíbe por medio de un edicto, la propaganda a favor del judaísmo o del cristianismo, así como la conversión a estas religiones. No parece que Severo desencadene alguna persecución activa contra los cristianos, pero su postura se ha considerado la “quinta” persecución general contra los cristianos. El papa Ceferino abandona Roma y no volverá hasta que cesen las persecuciones.
A partir del siglo III la mayoría de los Padres consideran la Septuaginta casi la versión oficial griega del AT en paralelo al abandono que de este texto realizaban los judíos
Escritos de Ireneo que combate a Marción.
215
S. Clemente de Alejandría
Escritos de Clemente de Alejandría
217
S. Calixto I, papa (217-222). Morirá martirizado.
220
Tertuliano y S. Cipriano citan abundantemente tanto los libros proto como los deuterocanónicos del AT.
Razones  de  tipo  monumental  a  favor  de  los  deuterocanónicos:  Las inscripciones  y   pinturas  halladas   en  los  antiguos   sepulcros  y catacumbas, representan por lo común  escenas bíblicas.  Pues bien, allí encontramos, mezclados  con las representaciones de  los protacanónicos. Motivos artísticos sacados de los libros rechazados por los judíos.  Los diversos pasajes  del dramático libro  de Tobías, aparecen  en numerosos frescos de las  catacumbas.  Daniel entre los leones y  Susana son temas favoritos.
También de  esta época  son los  más antiguos códices  de la  Biblia que conservamos,  como el  Sinaítico  y  el Vaticano,  y  nos  dan el  canon completo de nuestros libros sagrados.
Escritos de Tertuliano. Escribe: La Iglesia Romana une  la Ley y los Profetas en un volumen con los Escritos de los Evangelistas y de los Apóstoles, de los cuales deriva su fe”.
222
S. Urbano, papa (222-230)
225
S. Cipriano
Cita muchas veces en Cartago a una Biblia latina (Del griego al latín).
230
S. Ponciano, papa (230-235). A ejemplo del papa S. Clemente, abdica en la fecha, fecha que además constituye la primera de la historia papal totalmente confirmada por documentos históricos.
La iconografia del siglo III refleja muchos pasajes deuterocanónicos ilustrados.
235
S. Antero, papa (235-236).
Maximino Tracio, nuevo emperador de Roma (235-238), ordena una tremenda persecución contra los cristianos (la que se considera la “sexta” persecución general), de la que es también víctima el pontífice Ponciano, desterrado con el antipapa Hipólito a las minas de Cerdeña.
S. Hipólito cita libros del NT.  Como representante latino conoce  todos los deuterocanónicos, entre los cuales utiliza: Baruc y Macabeos. Pero rechaza Judith y los fragmentos de Ester.
236
S. Fabián, papa (236-250). Morirá martirizado.
249
Decio, nuevo emperador de Roma (249-251)
La secta (según los romanos) de los cristianos, en pleno crecimiento, parece oficialmente peligrosa, pues sus miembros se niegan a rendir culto alguno al emperador. Esto les hace aparecer como rebeldes y a finales de este año, Decio, hace público un edicto en virtud del cual todos los súbditos participarán en un solemne sacrificio de propiciación a los dioses oficiales. Para ello se crea una “Comisión de sacrificios” que extenderá el correspondiente certificado y para quien no participe se establecen penas que oscilan entre la confiscación de los bienes y la condena a muerte. Todo ello, origina la considerada “séptima” persecución general de los cristianos. Sobre todo, se persigue a obispos, presbíteros y diáconos quienes están de antemano condenados a muerte. Algunos consiguen huir como Dionisio de Alejandría, Gregorio de Neo-Cesarea y Cipriano de Cartago. Se producen entre los cristianos muchas defecciones siendo considerados apóstatas y llamados despectivamente “lapsos” (“lapsi” = caídos).
250
(Siglo III)
Papiro Chester Beatty (De los tres más importantes)
Contiene parte de evangelios, de Hechos, de Pablo y de Apocalipsis.
250
A mediados del siglo III, Orígenes afirmaba, citado por Eusebio de Cesárea:    “No se ha de ignorar que los libros testamentarios, tal como los han transmitido los hebreos, son veintidós, tantos como número de letras hay en entre ellos” Entre los veintidós libros a los que se refiere Orígenes son citados como canónicos los deuterocanónicos Macabeos y la Epístola de Jeremías (el último capítulo del libro de Baruc), los veintidós libros citados por él son: Génesis; Éxodo; Levítico; Números; Deuteronomio; Josué; Jueces y Ruth en un solo libro; Reyes I y II (1 Samuel y 2 Samuel) en uno; Reyes III y IV (1 Reyes y 2 Reyes) en uno; Crónicas (1 Crónicas y 2 Crónicas) en uno; Esdras I y II (Esdras-Nehemías) en uno; Salmos; Proverbios de Salomón; Eclesiastés; el Cantar de Cantares; Isaías; Jeremías con Lamentaciones y la epístola en uno; Daniel; Ezequiel; Job; Esther; y además Macabeos. Hay que reconocer, sin embargo, que en la práctica, Orígenes se negó a excluir totalmente los apócrifos, porque los empleaba en la Iglesia, como él mismo lo explica en su Carta a Julio Africano.
251
S. Cornelio, papa (251-253). Morirá martirizado.
253
Fallece Orígenes
Orígenes, Compone la Hexapla, donde compara en forma de columnas seis versiones enteras del Antiguo Testamento. Una de ellas -la quinta- es la Septuaginta. Edita una nueva versión completa del AT.
Por otra parte, Orígenes es el primero en clasificar los libros del NT según el reconocimiento que tienen en las iglesias:
Unanimidad: 4 evangelios, 13 cartas de Pablo; Hechos y 1Pedro.
Cierta unanimidad: 1Juan.
Obras “fluctuantes”: 2Pedro, Santiago, Judas,  2Juan  y 3Juan.
Obras dudosas (por dudarse de su apostolicidad): Apocalipsis (en Oriente) y Hebreos (en Occidente).
Obras excluidas (por no lograr unirlas a un apòstol): Pastor Hermas, Didajé, 1Clemente de Roma,  Bernabé y Apocalipsis de Pedro.
La palabra “Canon” aplicada a la Sagrada Escritura empieza a usarse en el siglo III dC. El primero que la emplea  tal vez sea Orígenes.
253
S.Lucio, papa (253-254)
254
S. Esteban I, papa (254-257). Morirá martirizado.
Valeriano, nuevo emperador romano (254-260)
256
El obispo Aurelio, cita libros del NT.
257
S. Sixto II, papa (257-258). Morirá martirizado.
258
S. Dionisio, papa (259-268)
El año 258 se agravan las disposiciones dictadas por Valeriano en contra de los cristianos. A los obispos, sacerdotes y diáconos se les aplica de inmediato la pena de muerte. Los senadores, los altos funcionarios y los caballeros romanos serán depuestos o degradados y, al mismo tiempo se confiscarán sus bienes. Las nobles matronas incurrirán en pérdida de sus bienes y en destierro. La servidumbre cristiana de la corte imperial perderá sus bienes y, encadenados como esclavos, pasarán a ser propiedad del emperador. Esta persecución sistemática de cristianos está considerada la “octava” persecución general de los cristianos.
S. Cipriano, obispo de Cartago, cita libros del NT.
265
Escritos de Dionisio el Grande
268
S. Félix, papa (269-274)
270
Aureliano, nuevo emperador romano (270-275)
274
S. Eutiquiano, papa (275-283)
En tiempo de AURELIANO se produce una nueva persecución de los cristianos (la considerada “novena” persecución general) pero semejante afirmación no pasa de lo legendario.
283
S. Cayo, papa (283-296)
286
Diocleciano. Nuevo emperador romano de Occidente (286-305)
296
S. Marcelino, papa (296-304). Morirá martirizado.
Siglos III a V
Discusiones con los judíos. Dudas sobre los deuterocanónicos
En los siglos III a V dC, e incluso anteriores, se establecen discusiones abiertas con los judíos, y los apologistas cristianos, ya que los judíos no reconocían los libros deuterocanónicos, utilizan en ellas solo los libros protocanónicos. Esto hace dudar a algunos sobre la inspiración de los libros deuterocanónicos.
Siglo IV – V
Aparecen dudas sobre la inclusión de los “deuterocanónicos”. Ello se debe a  las discusiones con los judíos, en las cuales los cristianos utilizaban los libros “protocanónicos”.  Algunos Padres de la Iglesia hacen notar estas dudas en sus escritos, (por ejemplo Atanasio (373), Cirilo de Jerusalén (386), Gregorio Nacianceno (389)), mientras otros mantuvieron como inspirados también los deuterocanónicos (por ejemplo Basilio ( 379), Agustín (430), León Magno (461)). También:  Lactancio, S. Ambrosio, S. Hilario, S. Juan Crisóstomo y otros.
En la iglesia siria, la versión  oficial, la “Peshitta”, no tiene 2Pe, 2 y 3 de Jn, Jds ni Ap.
Manuscritos  completos  del  NT,  de esta época, en pergamino:  *el Vaticanus  (mitad del S.IV)  (Si a este  códice le falta  las cartas de S.Pablo  a Filemón, las pastorales  y el Apocalipsis, esto  se debe a su  carácter fragmentario,  pues queda  interrumpido en  la carta  a los Hebreos (Hb 9;14) *el Sinaiticus (mitad  del S.IV).
Aunque descartados porque no contienen verdades divinas reveladas, algunos Evangelios apócrifos han llegado hasta nosotros en largos fragmentos, como el «Evangelio copto de Tomás» o el «Evangelio de Pedro», siendo incluso utilizados entre los monjes cristianos de Siria y de Asia Menor. ¿Qué valor tienen? ¿Añaden informaciones útiles al relato de los cuatro evangelistas?
Sobre todo, es necesario decir que entre los Evangelios apócrifos hay algunos que, al presentar la figura de Jesús o al renovar la enseñanza se inspiran en el gnosticismo, que es la teoría filosófico-religiosa que, en los primeros siglos del cristianismo (I-IV), se contrapuso violentamente a la Iglesia católica. En 1945, en la aldea de Nag Hammadi, en el Alto Egipto, se descubrió una antigua biblioteca copta que custodiaba 13 códices, todos escritos en el siglo IV, algunos de los cuales contenían dichos de Jesús, para expresar sin embargo conceptos no cristianos.