En el apartado “Enseñanzas bíblicas > Preguntas sobre la
Biblia > Dios > ¿Quién es Dios?, de la web www.jw.org de los Testigos de Jehová podemos encontrar la siguiente
pregunta y su correspondiente respuesta. Analizaremos lo fundamental de la
misma:
s/TJ:
¿Es Dios una trinidad?
Numerosas iglesias de la cristiandad enseñan que Dios es una trinidad.
Sin embargo, fíjese en lo que comentó cierta enciclopedia: “Ni la palabra Trinidad ni la doctrina explícita aparecen en el
Nuevo Testamento [...]. Esta doctrina se fue desarrollando a lo largo de varios
siglos y causó numerosas polémicas” (The Encyclopædia Britannica).Es más, ningún pasaje de la Biblia presenta a Dios como si fuera parte de una Trinidad: (Dt 6;4) (Sl 83;18) (Jn 17;3) (Gl 3;20)
Análisis:
Los TJ observan que la palabra “Trinidad” no se encuentra en
la Biblia, con lo que concluyen que esa ausencia es prueba de que no es una
enseñanza bíblica, más bien es pagana. (“¿Debería creer usted en la Trinidad?”)
Los TJ tienen razón en cuanto a que la palabra “Trinidad” no
se encuentra en la Biblia, pero no por eso deja de ser una enseñanza bíblica.
Una enseñanza bíblica no se basa en el título que lleva, sino en su contenido.
Si no fuera así, los propios TJ deberían dejar de hablar inmediatamente de
“cielos espirituales”, de la “Fuerza activa de Dios”, de “coapóstol”, de
“Jehová”, de “juicio de los mil años”, de “teocracia”, de “milenio”, de “cuerpo
gobernante”, etc. palabras todas ellas que no aparecen en el texto sagrado de
la Biblia. Ni la palabra Biblia se encuentra en el texto sagrado de la propia Biblia aceptada por los TJ...
Si nos limitamos a los versículos presentados por los TJ como prueba de que Dios no constituye una Trinidad, tienen toda la razón, ya que en ellos solo queda claro que Dios es uno
y que el Padre y el Hijo son seres separados y distintos. Ambos aspectos no son
contrarios a la Santísima Trinidad ya que cada uno de sus miembros, en efecto, es Dios. El
Padre es Dios: (Jn 6;27) (Rom 1;7) (1Pe 1;2) etc. El Hijo es Dios (Jn 1;1) (Rom
9;5) (Col 2;9) (Hb 1;8) (1Jn 5;20) etc. El Espíritu Santo es Dios (Hech 5;3-4)
(1Cor 3;16) etc.
De hecho, la verdad
revelada de la Santísima Trinidad ha estado desde los orígenes en la raíz de la
fe viva de la Iglesia, principalmente en el acto del Bautismo. Encuentra su
expresión en la regla de la fe bautismal: “Id, pues, enseñad a
todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo” (Mt 28;19), formulada en la predicación, la catequesis y la
oración de la Iglesia. Estas formulaciones se encuentran ya en los escritos
apostólicos, como este saludo recogido en la liturgia eucarística: “La gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos
vosotros” (2Cor 13;13) (1Cor 12;4-6) (Ef 4;4-6). Y también, como
ejemplo, en las sig
uientes referencias bíblicas en las que aparecen las tres
personas: (Mt 3;16-17) (1Pe 1;2) (1Cor 6;11) (Jn 15;26) (2Cor 1;21) (2Cor
12;2) (2Cor 13;13-14) (Rom 8;16-17) (Rom 15;15-16) (Jn 14;16-17) (Is 48;16) (Is
61;1-2) (Lc 4;14-19) (Ef 2;18) (Ap 1;4-5).
En el año 215 dC el escritor
y líder religioso Tertuliano, fue el primero en usar el término Trinitas o
Trinidad. Pero la formulación de un solo Dios en tres personas no quedó
firmemente establecida con anterioridad al siglo IV dC. Durante los siguientes
siglos, la Iglesia formuló, más explícitamente, su fe trinitaria tanto para profundizar
su propia inteligencia de la fe como para defenderla contra los errores que la
deformaban. Esta fue la obra de los concilios antiguos (II Concilio de
Constantinopla, año 553; XI Concilio de Toledo, año 675; IV Concilio de Letrán,
año 1215; Concilio de Florencia, año 1442; etc.), ayudados por el trabajo
teológico de los Padres de la iglesia (Agustín de Hipona, Gregorio Magno,
Ambrosio de Milán, Jerónimo de Estridón, etc.) y sostenidos por el sentido de
la fe del pueblo cristiano.