¿Cuántos libros tiene la Biblia?
La Biblia no
es un solo libro, como algunos creen, sino una colección de libros. Si la
Biblia es católica, estos libros alcanzan los 73 repartiéndose de manera que al
Antiguo Testamento (A.T.) le corresponden 46, y al Nuevo Testamento (N.T.) 27
libros.
Si la biblia es
la que utilizan los protestantes y derivados, por ejemplo, los testigos de
Jehová, el número de sus libros se reducen a un total de 66 libros,
correspondiendo 39 al Antiguo Testamento y el resto, 27, al Nuevo.
¿Por qué,
pues, la Biblia católica tiene 73 libros y la de los testigos de Jehová sólo
66?
Desde hacía
mucho tiempo, desde alrededor de los años 600 aC, con la destrucción de
Jerusalén y la desaparición del estado judío, estaba latente entre los judíos
la preocupación de concretar oficialmente la lista de sus libros sagrados.
En el primer
siglo de nuestra era (año 90 después de Cristo), la comunidad judía de
Palestina había llegado a reconocer, en la práctica, 39 libros como sagrados
(Canon de Palestina).
Simultáneamente
existía una comunidad judía en Alejandría, en Egipto. Era una colonia judía muy
numerosa pues contaba con más de cien mil israelitas. Los judíos en Egipto ya
no entendían el hebreo, porque hacía tiempo que habían aceptado el griego, que
era la lengua oficial en todo el Cercano Oriente. En sus sinagogas, ellos
usaban una traducción de la Sagrada Escritura del hebreo al griego que se
llamaba “de los setenta”. Esta traducción, constaba de los 39 libros que tenía
el Canon de Palestina más otros siete libros escritos originalmente en griego,
constituyendo, de este modo, el Canon de Alejandría compuesto de 46 libros.
Estos siete
libros escritos originalmente en griego corresponden a los siguientes: Tobías,
Judit, 1 de Macabeos, 2 de Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc.
El cristianismo
nació como un movimiento religioso dentro del pueblo judío. Jesús mismo era
judío y no rechazaba los libros sagrados de su pueblo. Además, los primeros
cristianos habían oído decir a Jesús que Él no había venido a suprimir el A.T.
sino a completarlo (Mt 5;17). Por eso los cristianos reconocieron también como
libros inspirados los textos del A.T. que usaban los judíos. Pero se vieron en
dificultades. ¿Debían usar el canon breve de Palestina con 39 libros, o el
canon largo de Alejandría con 46 libros?
De hecho, por
causa de la persecución contra los cristianos, el cristianismo se extendió prioritariamente
fuera de Palestina, por el mundo griego y romano. Al menos en su redacción
definitiva y cuando en los libros del N.T. se citaban textos del A.T. (más de
300 veces) naturalmente se citaban en griego, según el Canon largo de
Alejandría.
Era lo más
lógico, por tanto, que los primeros cristianos tomaran este Canon griego de
Alejandría, porque los mismos destinatarios a quienes debían llevar la Palabra
de Dios hablaban mayoritariamente en griego. Por lo tanto, el cristianismo
aceptó desde el comienzo la versión griega del A.T. con 46 libros.
Los judíos consideraban
a los cristianos como herejes del judaísmo. No les gustó para nada que los
cristianos justificaran en las profecías del A.T. su fe en Jesús de Nazaret y
que, por otra parte, comenzaran a escribir nuevos libros sagrados: el Nuevo
Testamento.
Todo esto fue
motivo para que los judíos resolvieran cerrar definitivamente el canon de sus
libros sagrados. Y en reacción contra los cristianos, que usaban el Canon largo
de Alejandría con sus 46 libros, todos los judíos optaron por el Canon breve de
Palestina con sus 39 libros.
Los cristianos,
por su parte, y sin que la Iglesia resolviera nada oficialmente, siguieron con
la costumbre de usar los 46 libros del A.T.
No fue hasta 1517
cuando Martín Lutero se separó de la Iglesia Católica. Y entre los cambios que
introdujo para formar su nueva iglesia, estuvo el de tomar el Canon breve de
los judíos de Palestina con sus 39 libros para el A.T.
Ante esta
situación, los obispos de todo el mundo se reunieron en el famoso Concilio de
Trento (1545-1563) y fijaron definitivamente, entre otras muchas cosas, el
Canon de las escrituras en 46 libros para el A.T. y en 27 para el N.T.
De ahí viene
la diferencia esencial entre las Biblias católicas y las Biblias, digamos protestantes
o evangélicas, entre las que se cuenta la Traducción del Nuevo Mundo de los
testigos de Jehová.
Finalmente, tener
en cuenta que en el año 1947 los arqueólogos descubrieron en Qumram (Palestina)
escritos muy antiguos y encontraron entre ellos los libros de Judit, Baruc,
Eclesiástico, y 1 de Macabeos escritos originalmente en hebreo, y el libro de
Tobías en arameo. Quiere decir que solamente los libros de Sabiduría y 2 de
Macabeos fueron redactados en griego. Así el argumento de no aceptar estos
siete libros por estar escritos en griego ya no es válido. Además, la Iglesia
Católica nunca aceptó este argumento.
Hay que tener
en cuenta, sin embargo, que se ven ya algunas biblias protestantes que, al
final, incluyen estos siete libros, aunque con un valor secundario.